Uno de los cinco sospechosos de haber participado en el crimen de Rodrigo Torres en Guernica se entregó ayer acompañado por su abogado en el Juzgado de Garantías 3 de La Plata.
El sospechoso se entregó ante el juez Pablo Nicolás Raele y, si bien no trascendió su identidad, se supo que es una persona mayor de edad, alias “Chilly” y fue señalado desde un principio por los vecinos como uno de los culpables, por lo que se procura establecer su presunta participación en el hecho. Desde su presentación en el juzgado, quedó aprehendido y a disposición de la Justicia.
Rodrigo Torres, de 18 años, murió el sábado en Guernica, al sr atacado por cinco personas, dos de ellos montados a caballo, que lo golpearon hasta matarlo y le robaron las zapatillas y un teléfono celular.
Familiares, amigos y vecinos marcharon hasta la plaza principal de la localidad para pedir justicia y solicitarle a los testigos del hecho que “no tengan miedo” y se presenten a declarar. “Lo único que quiero es que hagan justicia. Basta de matar chicos. A mi hijo no me lo devuelven más, pero tienen que terminar de tapar ladrones y matones. Mi hijo tenía toda la vida por delante y me lo sacaron”, reclamó Horacio Torres, el papá de Rodrigo.
El joven fue interceptado por cinco personas -dos de ellas a caballo- hacia las 6 del sábado en las calles Alem y Juan Capuano, a media cuadra de la plaza principal, cuando regresaba a su casa acompañado de amigos luego de asistir a una fiesta.
El ataque se perpetró a cinco cuadras de su casa, y los primeros testimonios dados a la policía indicaron que uno de los ladrones lo embistió con su caballo y el resto lo agredió a rebencazos y golpes, para luego robarle las zapatillas y el celular, dejándolo tirado, boca arriba, en la plaza.
El sábado por la tarde ya se había realizado una manifestación, donde cientos de personas se habían reunido para pedir justicia por Rodrigo desde el lugar del hecho hasta la comisaría de Guernica y que terminó cuando incendiaron la casa de uno de los sospechosos de haber cometido el ataque.
Mónica, la mamá de Rodrigo, pidió que los testigos vayan a declarar. “Alguien tiene que ver haber visto algo, pero la gente dice que no porque tiene miedo”, expresó.