Ricardo Bianco, dueño de Medicina Privada S.A. y de la Clínica Estrada, tomó ayer del cuello a uno de los tantos jubilados afiliados a esa prepaga, que dejó de prestar servicios y, al mismo tiempo, cerró esa clínica ubicada en Remedios de Escalada.
El hecho se dio en un reclamo conjunto de un grupo de jubilados por pedir que se hagan cargo de sus tratamientos. Los afiliados llegaron hasta la oficina de Bianco en la clínica, pero se hizo negar. Insistieron y lograr entrar al lugar, donde Bianco no dio respuesta alguna más que violentarse con un jubilado, a quien tomó del cuello.
Desde finales de 2017, cuando empezó a realizar despidos masivos de sus empleados, la Clínica Estrada, cuyos dueños también controlan la prepaga Medicina Privada, son denunciados por vaciar el centro de salud que supo tener un alto prestigio en la zona.
Una de las tantas maniobras fraudulentas de sus dueños respecto de los afiliados fue decirles que paguen de sus bolsillos los tratamientos que ellos no cubrían bajo la promesa de reintegrarles el dinero. Pero la clínica les entregó cheques sin fondos.
Miriam Solá y Ricardo Bianco, dueños de Medicina Privada y de la Clínica Estrada, se vieron ayer cara a cara con un grupo de jubilados que a pesar de que realizaron los pagos a la prepaga no reciben medicamentos oncológicos para los tratamientos contra el cáncer.
La policía protegió a los dueños a pesar de que los jubilados esgrimieron varias denuncias por abandono de persona. Tanto Bianco como Solá controlaron también el Policlínico de Lomas, que desde el año pasado se encuentra en proceso de quiebra. Allí también están acusados de vaciamiento.