Un grupo de trabajadores despedidos de la empresa de calzado de Gaelle de Avellaneda realizaron una manifestación para denunciar que la empresa no les quiere pagar las indemnizaciones.
A fines de agosto, la fábrica fundada en 1982 dejó a los trabajadores en la calle que llegaron a la empresa, se encontraron con las puertas bajas y con carteles que informaban sobre el cese de actividades.
Los despidos y retiros voluntarios habían comenzado en mayo de 2016 con el despido de gran parte de los 300 trabajadores de la fábrica. En ese momento su fundador, José López, manifestó que desde que Macri llego al poder “los precios se disparan y se está perdiendo rentabilidad, nuestra ilusión es que pasen estos seis primeros meses que están siendo muy duros por los cambios”. La realidad no sólo no cambio sino que empeoró y ahora deberá cerrar sus puertas.
Esta semana, los operarios despedidos realizaron una serie de protestas frente a la fábrica para exigir una reunión con las autoridades para tratar el pago de las indemnizaciones.
“Los trabajadores y trabajadoras de Gaelle llevamos dos meses de lucha con permanencia en las puertas de la fábrica. Han despedidos a sus trabajadores armando causas truchas sin abonar las correspondientes indemnizaciones”, advierten los empelados que señalan que “no existe una sola instancia de negociación” porque los dueños “se ausentan de las audiencias bajo la mirada cómplice del Ministerio de Trabajo”.
En un comunicado de prensa, los trabajadores denuncian que es “un ataque” que “se repite en cuentos de fábricas de calzado que se alinean bajo la orientación del ajuste del Gobierno de (Mauricio) Macri”.
“Nuestras familias no viven de promesas, necesitamos trabajar y cobrar, es por esto que hemos comenzado a desarrollar un plan de lucha con el acompañamiento de diversas organizaciones sociales y políticas con las cuales hemos puesto en pie un comité de apoyo”, señalaron.