Alertados por los perros, un grupo de vecinos encontró el lunes el cadáver de un bebé recién nacido a la vera del arroyo San Francisco, a la altura de Santa Ana, entre Jorge y Avellaneda, a unas 10 cuadras de la calle Donato Álvarez, en Almirante Brown.
El cuerpo, que estaba envuelto en una especie de bolsa, llevaba varios días en el lugar, hasta que ayer un perro la rompió y empezó a comerse parte del brazo del cadáver.
La Justicia intentará ahora encontrar a los padre del bebé fallecido mientras las pericias intentan determinar las causales de la muerte.