“Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, cantaban familiares, amigos y vecinos de Maximiliano Reynoso, de cara a un pertrechado grupo de Infantería que custodiaba con escudos y escopetas con balas de goma el frente de la Comisaría 3ra. de San José donde el viernes pasado apareció ahorcado el joven de 30 años oriundo de Rafael Calzada.
Con pancartas, cánticos, lágrimas y gritos de desahogo y dolor, sus familiares encabezaron la protesta para poder lograr una entrevista con el comisario, que no los recibió. “Asesinos, asesinos”, cantó la gente apenas caída la tarde del domingo, encendieron fuego en la puerta de la comisaría y se dirigieron a los policías para decirles: “Ustedes los mataron.”
La más activa en el reclamo es Rocío, hermana de Maximiliano, que portó una pancarta con la inscripción: “Todos pedimos justicia por Maxi” y encabezó la marcha, que debió sortear vallas de dos metros de altura con la que el jefe policial ordenó cerrar la calle. “Un oficial nos recibió a mí y a mi hermano y no supo contestar qué pasó con Maximiliano”, contó su hermana en diálogo con Brown On Line.
“Yo sabía, yo sabía, que a los pibes los mató la policía”, cantaron en clara referencia a la muerte de Gonzalo Fernández, el joven fallecido hace 10 meses de la misma forma y en la misma dependencia policial.
La marcha que exigió “Justicia por Maxi” salió desde Nother y Martín Arín y concluyó en la puerta de la comisaría. “Queremos que los vecinos sepan que en la comisaría 3ra. son asesinos”, dijeron los familiares del joven que apareció ahorcado en el calabozo.
Ayer, la familia se presentó en la causa penal que tramita en los Tribunales de Lomas de Zamora, por averiguación de causales de muerte. “No queremos que la muerte de mi hermano quede en la nada”.