Los 19 adultos mayores que residían en el geriátrico de Temperley clausurado tras una denuncia por “maltratos”, fueron reubicados en cinco hogares de Lomas de Zamora, informaron hoy fuentes del municipio y Pami.
“Tres afiliados están en el hogar San Roque y otros seis en el geriátrico del hospital Español, ambos situados en Temperley”, informaron a Télam fuentes del Pami, que aclararon que la “Residencia Charly”, clausurada ayer por la justicia tras recibir denuncias por “malos tratos y falta de asistencia, no estaba habilitada”.
“Esas internaciones no pasaron por Pami. Nunca se deriva a geriátricos que no están habilitados”, afirmaron.
Las otras diez personas, que no tienen cobertura de Pami, fueron trasladadas a tres geriátricos de Lomas de Zamora, y aunque desde el municipio no confirmaron específicamente dónde fueron alojados, sí que “aquellos que no tengan cobertura alguna podrán permanecer allí”.
La Residencia Charly funcionaba a pesar de haber sido clausurada en 2014. Fueron varios familiares los que denunciaron que las personas alojadas allí “sufrían castigos y falta de asistencia”, acusaciones que fueron notificadas por la justicia a los dueños del hogar.
“Notificamos y citamos a declarar a los encargados por una denuncia sobre maltrato a los adultos mayores, aunque el personal no corroboró eso cuando allanó el lugar”, dijo a Télam una fuente de la UFI N° 6 de Lomas de Zamora que allanó la residencia de Cangallo 2041 de Temperley, donde se corroboró que las 19 personas estaban “golpeadas, lastimadas, con bajo peso y sin aseo en un edificio con falta de mantenimiento e higiene general”, detallaron.
“A mi hermana la tenían encerrada en una pieza, la vi atada de pies y manos con un golpe en la cabeza. Ella tenía miedo y pedía salir”, declaró Raúl Azcueta, familiar de una mujer internada. El hombre aseguró que “todos tenían hambre y sed” y que los empleados “les llevaban un vaso de agua con mala cara”.
Catalina Alonso, quién se presentó como dueña de la residencia, se defendió de las acusaciones y aseguró que el lugar “está habilitado desde hace muchos años”. Por su parte, un joven que dijo ser el hijo de Alonso, Alejandro Airas, aseguró desde el interior de la vivienda y sin mostrar su rostro que en el hogar trabajaba un médico y dos enfermeras, y minutos después una mujer que se identificó como Sonia Carrizo dijo que era empleada y negó que hubiera maltrato.
“En ningún momento se maltrató a los abuelos, son mentiras. Algunos lloraban porque no se querían ir (tras el allanamiento) y los del Pami dijeron que se los iban a llevar”, contó Carrizo, que trabaja desde hace tres años en el turno noche. Participó del operativo personal del Instituto Municipal de Discapacitados y Adultos Mayores de Lomas de Zamora, que tuvo a su cargo el traslado de las 19 personas.