Durante la primera quincena de enero, ya con los precios desregulados por el Gobierno, se prevé una suba de entre tres y cinco por ciento de los combustibles en todas las estaciones de servicio. Según las petroleras la suba es inminente por el salto que tuvo el tipo de cambio el mes pasado y tras la suba del barril de crudo en el mundo.
El aumento en combustibles será el primer coletazo del abrupto aumento del dólar. De esta manera, la inflación de enero podría ser significativa. El otro problema que subyace del aumento es el traslado a precios que pueda tener debido al encarecimiento del transporte.
A lo largo del 2017, el litro de nafta súper aumentó un 32,6 por ciento, el de premium un 35,5 y el gasoil un 28,6 (datos de la Ciudad de Buenos Aires). Estas modificaciones tuvieron un fuerte impacto en la inflación.