El padre Jorge Cloro, quien denunció haber sido amenazado a raíz de su trabajo para atender a los jóvenes víctimas del narcotráfico local, aseguró que no quiere custodia policial y dijo que “es muy grave la situación de la droga” en el barrio IAPI, en la localidad de Bernal, partido de Quilmes.
En tanto, la Conferencia Episcopal Argentina repudió “las acciones intimidatorias” denunciadas por el padre “Chicho”, como se lo conoce a Cloro, y señaló que lo acompañan “con la oración y la cercanía” al cura que vive y trabaja en la Parroquia Espíritu Santo del barrio IAPI.
“Chicho” Cloro contó en declaraciones al canal de noticias TN que las amenazas ocurrieron el martes último por la mañana y que la víctima fue “un colaborador muy cercano que trabaja también en este equipo de ‘jóvenes en la noche’, con el cual desarrollamos actividades para sacar a los chicos de las esquinas”.
“Le dijeron que tenía que dejar la calle y que le avisara al cura que sólo haga misas. Después en la tarde pasó que reventaron las tres cubiertas de mi auto. Un gomero amigo me dijo que las gomas estaban tajeadas y por eso habían estallado las tres a la vez”, dijo.
Respecto al trabajo que hacen con los jóvenes, “Chicho” Cloro aseguró que buscan “sacar a los chicos de la esquina del barrio los días sábado” y que sospecha que las amenazas se debieron a que “el sábado 120 chicos no se drogaron, no consumieron, no compraron drogas. Para el que vende, fue un problema, para el que tiene que recibir una comisión, fue otro problema y así viene una cadena”.
“A la gente no le gusta decir que estamos como Colombia, pero hay zonas muy peligrosas, hay muertes seguido, gente con susto, hay tiros en la noche”, señaló el cura, quien agregó que él no quiere custodia pero aseguró que “hay un montón de gente amenazada todos los días y no hay respuesta para la gente”.