Una pareja de jubilados fue maniatada y golpeada en su casa de Quilmes por cinco delincuentes que permanecieron en el lugar durante más de dos horas, y que amenazaron con secuestrar a la mujer si no obtenían dinero.
Según relató Daniel Segal, hijo de las víctimas y periodista de la agencia de noticias Télam, el hecho ocurrió alrededor de las 4.30 de la madrugada, cuando cinco delincuentes ingresaron a la vivienda de sus padres, Jorge (73) y Lía (77), ubicada en la calle Triunvirato al 900, en el citado distrito del sur del conurbano.
Los ladrones entraron a la casa luego de barretear una reja aparentemente “con un crique”, ya que según Segal “la arrancaron de cuajo”, y luego levantar una persiana.
Dentro de la vivienda, los asaltantes redujeron a la pareja y exigieron la entrega de dinero en efectivo, mientras amenazaban con secuestrar a la mujer y entregarla en 20 días a cambio del pago de 300 mil pesos.
“Vos tenés plata, decinos donde está la plata”, exigieron los ladrones, que luego ataron y acostaron a Lía en el suelo de la habitación, relató Segal.
En tanto, Jorge fue tapado con una manta y golpeado en la cabeza entre cuatro y cinco veces, mientras los delincuentes buscaban dinero y objetos de valor por toda la casa.
Los ladrones estuvieron durante dos horas y media en la vivienda y, durante ese lapso, rompieron paredes, muebles y sacaron zócalos de los pisos, en búsqueda de un supuesto botín de dinero escondido. Además ataron a Jorge con cordones de zapatos.
Segal contó que solamente había en la casa dos mil pesos sobre una mesa de luz que su padre había retirado de un cajero automático el día anterior, y señaló que sus padres habían sido “dos laburantes” que no manejaban grandes sumas de dinero.
Los ladrones se fueron de la vivienda cerca de las 7 de la mañana, con bolsos en los que se llevaron el dinero en efectivo, herramientas, un equipo de música, una cámara de fotos y un teléfono celular, en un horario en el que según el hijo de las víctimas, ya suele haber movimiento en la zona.
Luego de unos minutos, cuando Jorge advirtió que se habían ido los delincuentes, se desató y fue en busca de su esposa para liberarla, tras lo cual llamó a su hijo para darle aviso del asalto.