Brown de Adrogué le propinó esta tarde una histórica goleada a Ferro Carril Oeste por la fecha 42 del campeonato del Nacional B. Le ganó 5 a 1 en el Lorenzo Arandilla, volvió al triunfo tras la derrota de la semana pasada, quedó cuarto en la tabla de posiciones y consumó una actuación superlativa, la mejor del torneo.
La tarde había empezado complicada: se lesionó Gásperi y entró Guillermo Pfund y tres minutos después un gol en contra de Leo Zaragoza puso a Ferro arriba sin haber hecho nada para ello. El Trico casi lo empata apenas sacó del medio y demostró que estaba vivo: fue por la derecha con la subida de Zaragoza y el juego de Brian Gómez y lo empató a los 26 por Franco, como ante Flandria.
Oroná como un cinco para contener y Olivares para enlazar el juego con los delanteros fueron la clave del partido. Olivares pudo haber hecho un golazo en el inicio: tomó un rebote y sacó un zurdazo impresionante que el arquero de Ferro sacó con un volada espectacular.
A partir del empate Brown llegó por todos lados y el partido fue de ida y vuelta. En un tiro de esquina Ignacio Oroná la tomó de zurda y la clavó en el ángulo. Era justo. El Trico llegaba con mucha gente, con un juego rápido a pesar del campo pesado por la lluvia y con proyecciones de sus laterales, aunque los cinco goles llegaron por pelota parada.
El segundo tiempo arrancó con Brown poniéndose 3 a 1 por Olivares, que convirtió un penal bien cobrado por mano del defensor del equipo de Caballito y llegó a su quinto gol en el torneo. A los 10 minutos Chávez mandó un centro desde la izquierda y Guille Pfund cabeceó solo en el área chica: 4 a 1.
También llegó con Nieto por la izquierda, por donde también trepó un criterioso Facundo Lemmo. Lo curioso fue que ni Javier Grbec ni Chávez convirtieron, aunque mostraron un altísimo nivel, a tono con el equipo. Chávez pivoteó, retrocedió, aguantó la pelota, enloqueció a toda la defensa e hizo jugar a todo el equipo, que se lució.
El Tricolor logró generar peligro cada vez que llegó al arco pero no dependió como en otros partidos de la habilidad del goleador. Ferro también fue y tuvo alguna chance por Nahuel Luján, pero se trató de intentos aislados de un equipo sin alma que no parecía tener chances de ascenso.
Pero desde los 10 minutos del segundo fue una fiesta para Brown de Adrogué. Se trataba de saber por cuánto iba a ganar el equipo de Vico (hizo debutar al pibe Gil, delantero de 17 años), que estiró a cinco la ventaja a los 22 minutos por Brian Gómez, una de las figuras del local, para lograr la vieja máxima futbolera: ganar, gustar y golear.