Anoche, una vez que la policía dejó de custodiar la estación de trenes, atacaron los molinetes de la estación de Rafael Calzada y pintaron con aerosol los lectores de la tarjeta SUBE. Además, marcaron con una línea roja el visor de la máquina expendedora de boletos, que también se usa para verificar el monte de la carga de la tarjeta.
Se presume que el ataque ocurrió ayer a la noche, pues hasta cerca de las 20 los molinetes no presentaban ningún signo de vandalismo. El hecho se conoció luego de que un empleado de la empresa de trenes compartiera en su perfil de Facebook las fotos del ataque y una frase: “Con qué necesidad, ¿qué carajos ganan haciendo esto?”, se preguntó.
Las pintadas ocurrieron en los molinetes del lado del Polideportivo. Lo llamativo fue no había otra superficie pintada: ni piso, ni paredes ni ningún mensaje; sólo la pintura aplicada con aerosol sobre el visor de los molinetes, justo en el lugar donde se apoya la tarjeta de viaje.
Un ataque a los trenes ocurrido en 2015 mientras las formaciones estaban estacionados mereció, además del repudio general de la población -no sólo de los pasajeros– una denuncia por parte del Estado nacional que hacía escasos días había puesto vagones cero kilómetro.