Los supuestos asesinos del chofer Carlos Sánchez -uno detenido y el otro prófugo- quien el miércoles a la noche murió en Claypole tras recibir un balazo en la cara por parte de dos motochorros, estuvieron involucrados en un robo ocurrido arriba de un colectivo de la línea 160, en el cual la policía desvió la investigación orientándola a la detención de un inocente y dejando libre a ambos ladrones, a quienes ahora se acusa de matar al chofer de la línea 514.
El dato surge después de que Brown On Line accediera a una causa abierta el 17 de mayo por un robo en Claypole, donde tres delincuentes asaltaron a los pasajeros de una unidad del colectivo 160, en Alsina y República Argentina. Ese robo desató una serie de hechos que resultan dignos de una película.
La madrugada del 17 de mayo tres delincuentes subieron a robar al colectivo, amenazaron con armas blancas al pasaje y les quitaron mochilas y celulares. El chofer le hizo luces a un patrullero. Los tres ladrones robaron y se bajaron. A Elías Brizuela lo detuvieron de inmediato con los elementos robados, a pocos segundos de haberse bajado del colectivo. Los otros dos escaparon.
En la Investigación Penal Preparatoria que lleva el número 32.181 y está radicada en la UFI 1 de Lomas de Zamora consta que las víctimas reconocen a uno de los asaltantes como Lucas Romero, hoy detenido por el crimen del chofer. Como el tercer ladrón no estaba identificado la policía culpó a un inocente.
Interviene la comisaría sexta de Claypole y es cuando se desata la intención de culpar a un inocente. Dice que “por averiguaciones practicadas” que Ezequiel Nahuel Chavero (18 años) era el tercer prófugo por el robo en el coletivo de la línea 160, pero no aporta fotografías ni cruce de llamadas ni dice cómo llegó a esa conclusión. Le piden orden de allanamiento que el fiscal solicita a la juez de Garantías 6. Autoriza el allanamiento de lo robado. El jueves 18 de mayo la policía allana la casa de Chavero, en Claypole y lo detiene.
La policía no prestó atención a la declaración de un testigo, que identificó a Romero como uno de los ladrones y a quien conocía del barrio. Prefirió orientar la causa hacia Chavero, aunque no tenía pruebas de que hubiera actuado en el robo al colectivo de la 160. “Si la policía hubiera puesto preso a Romero no hubiera fallecido el chofer de la 514. Se hubiera evitado una muerte absurda”, dijo una fuente cercana a la causa.
Ezequiel Chavero, el joven detenido sin pruebas, estaba jugado a la Play Station mientras ocurría el robo. Lo certificaron los testigos, mientras su abogado le hizo llegar al fiscal Juárez la información que la policía no había podido obtener: nombre y domicilio de los acusados del robo. Los autores del robo son Elías Brizuela -preso- Lucas Romero -vecino de Chavero- y Héctor Brizuela, prófugo al día de hoy, que vivía en la otra cuadra del detenido.
Ante la familia Chavero, en una conversación de siete minutos que Brown On Line pudo escuchar de forma íntegra, quedó grabado que Héctor Brizuela reconoce -el 21 de mayo, a cuatro días del hecho- el robo junto con su hermano y un cómplice, y desliga a Chavero del hecho. “Su hijo no vino con nosotros doña, yo le digo la verdad, lo están engarronando”, dice textualmente Brizuela, que sigue prófugo, ahora acusado también de matar al chofer Carlos Sánchez. Cuando citaron a Bruzuela para una rueda de reconocimiento se escapó de Tribunales.
Chavero estuvo 20 días preso. La policía, encarnada en el jefe de calle de apellido Gómez, le había dicho a los padres de Chavero que “a tu hijo lo vas ir a ver a Ushuaia porque nootros somos los dueños de Claypole” por lo cual evalúan la presentación ante Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y el inicio de una causa civil por la injusta detención. Después de la muerte del chofer la policía volvió a la casa de los Chavero e intimidó al hermano de Ezequiel.
Tras la declaración de los testigos de Chavero, la del propio Chavero y tras la advertencia de que su abogado advirtiera nuevamente la falta de pruebas en su contra la fiscalía lo liberó el 9 de junio pasado. Ahora resta saber si Romero -detenido- y Brizuela -prófugo- son realmente quienes mataron al chofer Sánchez, o si se trata, nuevamente, de una maniobra destinada a culpar de un crimen por el cual la sociedad ya mostró su más enérgico repudio.
https://brownonline.com.ar/25612-detenido-crimen-colectivero-habia-robado-bondi