El adolescente baleado en la cabeza el sábado cuando dos “motochorros” dispararon contra el auto de su abuelo durante una huida en el barrio porteño de Flores murió cerca de las 19 de hoy tras ser desconectado del respirador artificial, ya que su estado era irreversible, informaron a Télam fuentes médicas.
El hecho ocurrió cuando la familia, que estaba regresando a su hogar, fue interceptada por dos ladrones que circulaban en motocicleta. Tras robar a la madre del niño, el abuelo de la criatura comenzó a perseguir a los ladrones, que respondieron a los tiros. Uno de ellos impactó en la cabeza de su nieto.
En reclamo del esclarecimiento del hecho y exigiendo mayores medidas de seguridad y prevención, vecinos se concentraron ayer frente a la comisaría 38a. de la Policía de la Ciudad para para intentar hablar con el comisario y pedir mayor seguridad.