El martes a las 11.30 un barrabrava de Claypole que pretende tomar el poder de la barra de Lanús se cruzó con el presidente del club y ex candidato a intendente de Lanús, Nicolás Russo, cuando el directivo entraba a una de las sedes.
Según publica el diario deportivo Olé, el líder de la barrabrava de Claypole, Matías Soto, alias Polaquito, intentó hablar con Russo pero el presidente del Granate le respondió “yo no tengo que hablar con vos”. Soto se acercó a Russo y le dijo “atenete a las consecuencias” tras lo cual le mostró un arma de fuego.
Si bien no pasó de una amenaza verbal, lo cual de por cierto es algo muy grave, este episodio de violencia se suma a otros dentro del mundo Lanús que tienen como denominador común la presencia de Soto. En 2014 el Polaquito pertenecía a la facción disidente de la barra de Lanús que en octubre de ese año baleó a Carlos “Repacha” Mollo, uno de los capos de la Barra 14 y para diciembre asesinó a otro integrante, José “Gallego” Fernández, en un tiroteo que tuvo lugar en una villa del distrito.
De todas formas, estos enfrentamientos van más allá de la disputa del poder en la popular granate, la cual de por cierto cuenta con un prontuario violentísimo ya que detrás existe un trasfondo de connotación política que se extiende a nivel nacional. Sucede que la barra oficial está vinculada al Frente Renovador, partido político por el cual Russo es concejal, mientras que la por entonces facción disidente tenía afinidad con otra fuerza política.
Según pudo recabar este diario, el Polaquito, quien fue socio del club hasta mayo de 2014, ya protagonizó un episodio similar al de anteayer cuando “hace un tiempo, este hombre amenazó a otro dirigente”. A su vez, sobre una posible iniciación de acciones legales contra Soto, la fuente manifestó: “No creo que hayan denuncias porque ya tiene varias causas en su contra”.