La Iglesia San Cayetano de Burzaco se convirtió ayer en el centro de los pedidos y los agradecimientos al santo del pan y el y trabajo, en el día de su celebración. Es que por el templo que homenajea a ese patrono pasaron unas 40 mil personas según estiman los organizadores.
Aunque hubo mucha gente desde temprano, después del mediodía la cantidad creció. Se registraron filas de hasta tres cuadras en la iglesia de la calle Sempere de Burzaco. Los vecinos se ordenaban en Sempere y rodeaban al templo por la calle Buenos Aires primero y doblaban por Uruguay.
“El Papa Francisco dijo que había que venir con mucha fe a pedirle a San Cayetano por los hermanos que se quedaros sin trabajo y eso venimos a hacer con mi hija”, dijo Irma, vecina de Burzaco que se acercó a la iglesia temprano, hizo la fila, dejó en el altar una espiga con una flor roja, rezó y se fue.
Como Irma y su hija hubo muchos vecinos de Almirante Brown que fueron asistidos desde temprano por grupos de scouts y voluntarios que esperaron a los vecinos con un bebida caliente antes de ingresar al templo.
Pasadas las 17 el obispo lomense Jorge Lugones dio la ceremonia religiosa central, de la que participó el intendente municipal, Mariano Cascallares. La tarde, cuando ya el sol había caído, cerró con una caminata con la imagen del santo por las calles del barrio y un clamor de los vecinos: paz, pan y trabajo.