La hermana de Lorena Tuffer se llamaba Melisa era estudiante de psicología, acróbata y fanática, muy fanática, del Gasolero. Después de una actividad solidaria en un centro cultural, la noche del domingo 19 julio de 2015 tenía pensado encontrarse con su familia en la cancha de Temperley pero nunca llegó. Fue asesinada a golpes y puñaladas en una calle Glew. La joven fue encontrada tirada en la vía pública gravemente herida y agonizando, finalmente falleció a los tres días.
El femicida Oscar “El Buey” Sosa era vecino de la familia. Incluso participó de una marcha para pedir justicia por el crimen de Melisa y un mes después, fue personalmente a hablar con su papá para darle el pésame. Fue condenado a 24 años de prisión, después de la lucha de su familia y compañeras en búsqueda de justicia. L
Brown On line conversó con Lorena sobre la intención del gobierno de Javier MIlei de eliminar la figura del femicidio como agravante del Código Penal, bajo la excusa de “la igualdad ante la ley”.
“Es realmente triste y angustiante. Es increíble que se ponga en discusión dicha carátula, escuchar las palabras del presidente solo generan rabia, y tristeza, es retroceder, es no reconocer la lucha de tantas familias que conviven con el dolor eterno de haber perdido a un ser querido“, expresa Lorena.
En dialogo con Brown On Line, recuerda la lucha que tuvo que pasar la familia para que reconozca el asesinato de su hermana como femicidio: “costo mucho que reconozcan que fue femicidio ya que para ese entonces aún no estaba muy pronunciado la temática. Fue logrado gracias a una de las fiscales que intervino y a la militancia de las compañeras. Una vez no respondieron ´porque el asesino sea un hombre tiene que ser femicidio´. En ese momento dónde acabas de enterrar a tu hermana tenés que escuchar esas cosas , te sentís a la deriva, que nadie nos protege, que te puede pasar cualquier cosa”.
En su paso por Davos, el presidente Milei se quejó de que “en muchos países supuestamente civilizados si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima”. “Legalizando, de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”, cuestionó el presidente negando la diferencia estructural que atraviesan los roles de género.
“Cuando escuche esas declaraciones, que querían quitar la ley de femicidio se me vino la cabeza enseguida mi hermana y la lucha de mi familia, que aún no superamos la muerte de Mell, no lo superas, solo aprendes a vivir sin ella. Tenemos mucho apoyo, de sus amigos que militan, de amigos del barrio, que no ayudaron a salir adelante y a construir desde el amor. Sin ellos no hubiésemos podido“, asegura y remarcá que
los órganos de Melisa fueron donados y se mejoró la vida de 7 personas.
“Este gobierno pretende cambiar lo que ya se construyó, desviar el foco de atención en la vulneración de derechos adquiridos, derechos que tenemos y surgieron de la lucha de gente que puso el cuerpo“, denuncia.
Lorena expresa la necesidad de pensar en las próximas generaciones: “Mi hija de 8 años me dice ´Má, no quiero que pase eso , porque si me matan a mi ,no va a pasar nada´. Hay pensar en las generaciones que vienen , hay que prepararlas para que entiendan que ningún derecho se logró sin la lucha colectiva“.
Porque es necesaria la figura del femicidio
En Argentina, la figura del femicidio, como agravante del homicidio, fue incluida en el Código Penal en 2012 a través de la Ley N° 26.791, y la pena prevista para ese delito es prisión perpetua. El Congreso lo aprobó por unanimidad. No corre para todos los asesinatos de mujeres sino que lo que estipula la ley es prisión perpetua para
las mujeres que son asesinadas por razones de género.
El Código Penal Argentino establece en su artículo 80 inciso 11 que el femicidio como un agravante del homicidio. Dice específicamente: “El Código Penal castiga como figura agravada del homicidio al que matare: A una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”.
Allí no hace referencia a que la vida de la mujer “valga más” que la del hombre, sino que se incorpora como agravante la violencia de género, que es la ejercida por el hombre hacia la mujer por el hecho de ser tal y la asimetría de poder. Un tipo de violencia que se cobra la vida de entre 250 y 300 mujeres al año, según las estadísticas de la Corte Suprema de Justicia.
El cambio en el Código se corresponde con normativas nacionales e internacionales que reconocen a la violencia de género como un problema estructural de la sociedad. La ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
Esta ley, sancionada en 2009, establece qué es la violencia de género, las distintas formas en la que se la ejerce y el compromiso del Estado por prevenirla, sancionarla y erradicarla.
Estas legislaciones además se corresponden con datos reales. En nuestro país, en lo que va del año ocurrió 1 femicidio cada 20 horas. La Defensoría del Pueblo de la Nación argentina registró del 1 de enero al 15 de noviembre del año pasado unos 252 feminicidios. El informe señala que el 66% de las víctimas fueron asesinadas en su domicilio, mientras que en un 84% se pudo comprobar una relación previa con el victimario.
Marcha
En rechazo al discurso y las políticas que consideran antiderechos del Gobierno, organizaciones feminista y de la comunidad LGBTIQ+ y sindicatos se movilizarán este sábado en la “Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista”.
El epicentro de la protesta será el Congreso de la Nación, a las 16. Desde allí, las agrupaciones organizadoras y participantes autoconvocados marcharán hasta la Plaza de Mayo. La convocatoria se repetirá en distintos puntos del país.
Lorena asegura “mañana va a ser una marcha inmensa”.