La tradicional empresa de margarinas de origen vegetal Dánica podría cerrar sus portones en el corto tiempo, si es que se concreta la alerta que el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (SOEIA) realizó días atrás ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
El cierre pone en riesgo el trabajo de 150 operarios que la empresa pretende dejar en la calle
La denuncia es contra la firma Dorada SA que según el comunicado del sindicato dejo puestos clave para la producción vacantes por una política de retiros voluntarios, como también se interrumpió la compra de insumos para la fabricación local.
También se interrumpió la compra de insumos para la fabricación local y, ante los cuestionamientos sobre los planes patronales, los directivos contestan que se continuará elaborando la margarina en un establecimiento ubicado en la provincia de Córdoba.
El sindicato acusó de haber puesto “en marcha un proceso de vaciamiento e intenta cerrar la planta ubicada en la localidad bonaerense de Llavallol”. “Así lo advertimos en una presentación realizada ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, donde pedimos que se garanticen los puestos de trabajo de unas 150 personas que cumplen tareas en esa planta, donde se produce la margarina Dánica Dorada”, señaló un comunicado de prensa.
La fábrica ubicada en Llavallol forma parte de la historia productiva del segundo municipio más poblado del Conurbano bonaerense. Abrió sus puertas en 1939 y varias generaciones de trabajadores pasaron por la planta que está ubicada en la calle Asamblea al 300, a pocas cuadras de la avenida Antártida Argentina y a menos de un kilómetro de la estación ferroviaria. Su presencia en la región permitió el desarrollo de la ciudad y se convirtió en un faro para los jóvenes lomenses que se formaron en las escuelas técnicas y sueñan con incorporarse al proceso productivo desde un puesto de trabajo.
La empresa paso por otros intentos de cierre. Fue en abril de 2020, plena pandemia, cuando la empresa comunicó que no podía cumplir con las pautas salariales. Luego de la intervención de los gobiernos municipal, provincial y nacional, al poco tiempo volvió a levantar sus persianas.