Las adicciones en la escuela fue el tema central del Congreso de Educación de la diócesis de Lomas de Zamora, que tuvo lugar en el colegio San José de Burzaco y congregó a directivos y docentes de establecimientos de los seis distritos que conforman esa jurisdicción eclesiástica, Almirante Brown, Lomas, Esteban Echeverría, Ezeiza, Presidente Perón y San Vicente.
La jornada, organizada por la Junta Regional de Educación Católica (JUREC), fue inaugurada con una misa presidida por el obispo diocesano, monseñor Jorge Lugones, quien pidió “trabajar juntos, ir aceptándonos en la tarea cotidiana, en esta tarea que ustedes tienen, difícil, abnegada, no siempre bien recompensada”.
Además, habló de tener “apertura que no descarta a nadie, que no prejuzga; el educador tiene que ir más allá del que educa, de su cara, de sus gestos, de sus comportamientos, de cómo está vestido o el lenguaje que usa”. Y subrayó “la paciencia del formador y de Jesús, que no le tiene miedo a eso, sino que asume, porque detrás hay un potencial que no conocemos”.
En tanto, el director de la JUREC, Ignacio Leonetti, reconoció que la escuela “se hace eco de todos los aspectos de la realidad familiar y social. Y en el contexto de muchos horizontes de desconcierto espiritual y humano, lamentablemente se ha ido colando e instalando por intereses francamente espurios y criminales el problema de las adicciones“.
“Ciertamente que como docentes no fuimos formados profesionalmente ni tampoco es nuestra función específica el acompañamiento directo y estricto del fenómeno de las adicciones en nuestros jóvenes y familias de la comunidad”, dijo. “Pero sí estamos convocados a acompañar”. Y citó “las tres C” de la lucha contra las adicciones que propusieron los obispos argentinos: “Cuidar: en el sentido de prevenir, estar atentos a las situaciones emergentes, ofrecer apoyo y compasión al que sufre. Contener: abrazar el dolor sin estigmatizar a la víctima, fortalecer lazos comunitarios, crear espacios seguros. Construir: educar, informar, crear ambientes de esperanza, fomentar oportunidades. Cuidar, contener y construir. ¡Cuánto podemos aportar desde nuestras escuelas!”
La licenciada en Psicología y becaria doctoral del CONICET en el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, María Agustina Paternó Manavella, estuvo a cargo de la exposición del tema central, durante la cual mencionó que ante los consumos problemáticos y todo tipo de adicciones en la escuela “es sumamente importante trabajar con los adolescentes, con las familias y con quienes los ven todos los días (los docentes) y pueden ser promotores de salud, y ayudarnos a que cada vez más se hable más de este tema, para que sean menos los jóvenes que tenga esta problemática”.
En diálogo con los presentes a modo de propuestas para las escuelas, planteó “cómo nosotros, como agentes de salud en nuestras escuelas, podemos detectar, prevenir y acompañar todas estas situaciones”.
En ese marco, además, el Obispado y la JUREC entregaron la distinción “Nuestra Señora de la Paz” a varios docentes en reconocimiento a la trayectoria y pertenencia a las instituciones.