“Chacarerita de mi Glew”. Así se llama el tema compuesto por Marcelo Aguiñagalde y grabado con todos los arreglos en la producción musical y de forma gratuita en el estudio que posee el Instituto de las Culturas Brown.
“Que lindo mi Glew querido con su atardecer sonado”, así arranca el entusiasta estribillo de la chacarera que Marcelo Aguiñagalde le dedicó al lugar donde vivió toda su vida.
Marcelo logró grabar en un estudio de música profesional gracias al acompañamiento del municipio, que promueve el desarrollo de las diferentes expresiones artísticas.
Marcelo empezó a los 15 años con Antonio Zanabria, formó un conjunto de folklore que duró un tiempo y luego tomó su camino solista. Es comerciante y a los 47 años revalida su amor por el folklore y por la querida localidad que lo vio crecer.
En la chacarera el compositor da cuenta de su paisaje, la vieja estación, sus molinos de viento y el maestro Raúl Soldi y sus frescos. Una canción que podrá ser escuchada y aprendida por grandes y chicos y entonada con el mismo cariño de su autor.
“Estoy muy agradecido con el intendente Mariano Cascallares por el reconocimiento y por poder grabar profesionalmente mi tema. Fue una gran sorpresa”, dice Aguiñagalde, que también agradeció a quiénes lo alentaron a escribirle a su querida Glew y acompañaron en el proceso.
Durante la grabación el cantante contó con la colaboración de Walter Ruiz en el bombo y teclado, y Claudio Rueda en batería, también vecinos de la localidad.