Entre diciembre del año pasado y marzo de este año hubo 141.542 despidos, según registró un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). De ese total de despidos, el 52 por ciento correspondió a trabajadores del ámbito privado y el 48 por ciento restante a empleados del Estado.
Según el informe, el sector más afectado fue el de la construcción, seguido de la administración pública y la industria. El análisis advierte que este proceso de pérdida de empleo “no se ha estabilizado” y que presente un dinamismo “al que deberá prestarse atención”.
El relevamiento fue realizado en base a la información publicada por “medios periodísticos y de sindicatos y cámaras empresarias”, señalaron sus autores, que recordaron que “la reciente ola de despidos no cuenta con cifras oficiales ni con relevamientos que resulten completos, consistentes y veraces”. A modo de contraste, vale tener en cuenta que ayer el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aseguró que actualmente existe “un crecimiento del empleo”.
Entretanto, el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, dijo que “hay que convocar a un paro nacional si el viernes próximo no hay una respuesta” del Gobierno al reclamo del cese de los despidos en el sector público y privado, en el marco de la manifestación que realizarán las cinco centrales sindicales en sintonía con la celebración del Día del Trabajo.
Los menos calificados, afuera
El estudio de CEPA muestra que los trabajadores más afectados por los despidos fueron los de menor calificación y los precarizados. “De los 80.446 despidos en el sector privado, 71,88 por ciento corresponde al sector construcción, 23,40 por ciento a industria y 4,72 por ciento al sector servicios”, detallaron. A su vez, en el sector público las cesantías se repartieron entre dos grandes áreas: el Estado nacional (38,28 por ciento) y las provincias (48,56).
Sobre el poder de compra de los sueldos, el estudio apunta que mientras las paritarias “adelantan un nivel de recomposición salarial que llegaría al 18,01 por ciento para el primer semestre”, el índice de precios minoristas subió un 24 por ciento en los últimos seis meses.
Las ventas minoristas entraron en caída libre a partir de diciembre, “lo que se profundizó en 2016”, subraya. Así, en enero disminuyeron un 2,3 por ciento, en febrero 4,5 y en marzo la tendencia se agudizó sumando otra baja del 5,8 por ciento. “Estos resultados”, dice el trabajo del CEPA, “se explican en gran medida por los impactos en el salario que tuvo la gran devaluación en diciembre y la consecuente inflación”. A este cuadro de potencial recesión vienen a sumarse los despidos.
El estudio advierte además que “la Unión Industrial Argentina declaró que en el primer semestre del año es posible que el sector industrial pierda entre 100 mil y 200 mil empleos”, y que la “revisión” de los estatales empleados mediante contratos todavía no terminó. Por esto, señalan, “lejos de haberse estabilizado, el nivel de desempleo presenta un dinamismo al que deberá prestarse significativa y constante atención”.