Los investigadores del crimen de un joven que fue hallado asesinado a golpes en la cama y con una sábana enrollada en un pie en la habitación de una vivienda familiar deshabitada y desordenada en Banfield, partido de Lomas de Zamora, sospechan que el ataque se produjo durante o en los instantes posteriores a una fiesta que la víctima organizó en ese lugar, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.
De acuerdo con el informe médico preliminar, Tomás Valentín Pliego (22) fue atacado a golpes con un objeto contundente y hallado muerto el martes a la noche por su mamá en una habitación de una casa familiar deshabitada, situada en General Campos, entre Pintos y Miguel Cané, de Banfield, Galicia, la que el joven a veces utilizaba para reunirse con conocidos y amigos para escuchar música hasta la madrugada.
Pliego no tenía heridas de arma de fuego ni de arma blanca, pero presentaba varios golpes en el pómulo derecho, la frente, hematomas en el lado derecho de la cadera y escoriaciones en los labios y en la espalda, aparentemente aplicados con un palo.
En base a dichos de testigos que escucharon y vieron movimientos en la zona, se cree que el domingo a la noche Pliego realizó una fiesta en esa casa, a la que asistieron amigos y conocidos suyos.Aún resta determinar si los homicidas estaban entre los participantes de la fiesta o si irrumpieron luego con fines de robo debido a que la puerta de entrada no estaba violentada.
Se cree que las personas que atacaron al joven, luego se apoderaron del auto de la víctima, de su teléfono celular y de un televisor, detallaron los informantes.
“Se le tomaron declaraciones a algunos amigos de la víctima que asistieron a la fiesta. La policía está trabajando en base a esos datos que fueron aportando”, explicó un vocero judicial.
La madre del joven fue la última persona de la familia que lo vio con vida el domingo a la noche cuando comieron juntos y, al no tener noticias suyas desde entonces, fue a buscarlo anoche a la casa de Villa Galicia, donde lo encontró asesinado.
“El lunes cenó con la madre y se fue a su casa. Como no atendía el teléfono, la madre se acercó y se encontró con su hijo. Aún no se sabe qué pasó el día previo a su muerte”, agregó el investigador.
En el lugar del hallazgo trabajaron efectivos de la comisaría 8va. de Lomas de Zamora y de la Policía Científica, junto con personal de la fiscalía. Los pesquisas hallaron en la casa una balanza de precisión y envoltorios que en apariencia serían de drogas.
El fiscal Ricardo Silvestrini, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, supervisó anoche las tareas de los peritos en la escena del crimen y solicitó un relevamiento de las cámaras de seguridad del barrio con el fin de establecer si quedó algún registro de los atacantes.
Un hermano de Tomás declaró que la última vez que tuvo contacto con él fue el miércoles último, cuando le dijo que se iba a encontrar con un “dealer”, mientras que una vecina, cuya casa linda con el fondo de la de los Pliego, detalló que la mañana del lunes escuchó ruidos y gritos de hombres y mujeres.
Otro testigo dijo que también escuchó gritos, entre ellos el de una mujer que decía “basta, paren”, y que se oían también movimientos de muebles, señalaron las fuentes.
Lo que aún no está claro es la circunstancia en la que se produjo el crimen, si ocurrió durante la fiesta o luego y si tiene vinculación con las drogas, cuando Pliego se quedó solo y le entraron a robar y hubo una forcejeo previo a los golpes.
Si bien la causa por el momento está caratulada como “Robo y Homicidio”, los pesquisas no descartan que el joven haya sido atacado en el marco de alguna venganza o una pelea.
Sobre el robo, las fuentes dijeron que se constató que a la víctima la despojaron de su auto Chevrolet Celta de color gris, de un televisor y de su teléfono celular, al tiempo que se halló gran parte de la vivienda revuelta y con destrozos, añadieron los voceros consultados.
Por su parte, Silvina, tía de la víctima, denunció que los vecinos del barrio están entorpeciendo la investigación ya que “se dejan llevar por lo que escucharon”. La mujer aseguró que su sobrino “solía hacer reuniones” pero descartaron que el crimen esté vinculado a una de esas juntadas con amigos y conocidos.
“Por las características del lugar, creemos que fueron conocidos los que entraron. Sabían que él manejaba dinero y estaban buscando algo más quizás. Él no era de consumir cocaína y estupefacientes. Él no era ningún narcotraficante”, sostuvo la mujer al noticiero de Canal 13.
Y agregó: “Somos una familia reservada, no tenemos ningún inconveniente con nadie. Pero nos indigna escuchar estos testimonios”, dijo.
“Era un chico que estaba en el segundo año de Psicología social. Estudiaba, le gustaba mucho. Le gustaba la filosofía y las problemáticas sociales. Vivía solo por decisión propia porque necesitaba independizarse. Entonces le cedieron una casa familiar, que en realidad usábamos para reuniones familiares en Banfield. Él estaba ahí pero permanecía en contacto con sus padres”, finalizó.