Rodolfo Walsh fue el periodista y militante político que decidió “dar testimonio en momentos difíciles“. Perseguido y secuestrado por la dictadura en la intersección de San Juan y Entre Ríos de la Capital Federal, el 25 de marzo de 1977 por un grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Se cumplen 45 años de aquel hecho que marcó un antes y un después para el periodismo y el compromiso editorial de quien escribió “Carta abierta de un periodista a la Junta Militar”, un texto en donde Walsh detalló, con datos y desde la clandestinidad por su persecución, el accionar del entonces gobierno de facto.
“La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años“, comenzó redactando el periodista.
Nacido en Rio Negro, creador del estilo periodístico de la no-ficción con su magistral obra “Operación Masacre”, en donde se narran los fusilamientos cometidos en el basural de José León Suárez, Walsh cursó dos años de la carrera de Letras en la Universidad de La Plata, que abandonó para emplearse en los más diversos oficios: fue oficinista de un frigorífico, obrero, lavacopas, vendedor de antigüedades y limpiador de ventanas.
En el marco de un nuevo 24 de marzo, Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, se conmemora también su legado como periodista censurado, perseguido, secuestrado y asesinado, en una época en donde la libertad de expresión y ciertas ideologías, contrarias al poder de turno, eran censuradas e intentadas llevar al olvido.
Walsh y sus obras son estudiadas hoy en los secundarios y las carreras de Letras, Periodismo y Ciencias Sociales en general. Su tarea fue escribir cuando y sobre lo que estaba prohibido, y en ese oficio entregó su vida.