Personal de la Policía Bonaerense que se encontraba realizando tareas de patrullaje en Glew fue alertado por un vecino acerca de la existencia de un olor nauseabundo que provenía desde hace varios días de una finca de la calle Castillo al 2200.
Ya en el lugar se entrevistaron con la propietaria del lugar, quien les permitió el ingreso a la propiedad a los efectivos policiales.
Lo que descubrieron fue sorprendente: en dicho domicilio la vecina tenía una plantación de marihuana conformada por siete plantas de 1,60 metros de altura y muy frondosos que ocupaban gran parte del espacio verde.
La vecina adujo que la marihuana que allí se producía era para consumo personal y para su comercialización. Por ese motivo se procedió al destierro y a la incautación de las plantas mencionados siendo trasladados a la Comisaría Séptima de Glew para avanzar con las actuaciones de rigor.
Mientras tanto la propietaria del lugar fue aprehendida por las autoridades policiales.