Tomás “Toto” Pozzo tiene 21 años y hace pocos días renovó hasta el 2023 su vínculo como jugador del Club Atlético Independiente de Avellaneda. De la cantera del Club Atlético Calzada, el vecino browniano remarca que “cada diez cuadras hay un club de barrio en donde hay profes muy jóvenes con muchas ganas de entrenar. Eso forma y les da posibilidades a los pibes“.
“Zona Sur es una zona de muchos jugadores por la cantidad de clubes que hay. Lanús, Banfield, Avellaneda, Temperley, Brown de Adrogué. Se forman muchos chicos que quizás no llegan a debutar en primera pero que continúan sus carreras afuera o en otras provincias”, destaca el centro-delantero que se entrena junto al grupo dirigido por el DT Eduardo Domínguez.
“Hay que terminar el colegio. Muchas veces se hace pesado porque se junta el entrenamiento con el estudio, pero hay que estudiar siempre“, aconseja el pibe que integra junto a otros jugadores brownianos, como Juan Pacchini y Thomas Ortega, el plantel de Independiente.
De 2005 a 2008 Tomás jugó al baby fútbol Calzada, luego pasó al Club Almafuerte de Temperley y en 2008 pisó la cancha de once en Banfield, hasta pre-novena. De allí emprendió su camino al Rojo de Avellaneda, en donde actualmente fue mirado y elegido con un cálido vínculo por Daniel “El Rolfi” Montenegro.
“El fútbol une a todo tipo de personas. Desde las clases más altas hasta las más bajas. Ahora la selección es un gran ejemplo, que está uniendo a toda la sociedad”, destaca el joven. “Los clubes se hacen cargo, con sus pensiones, con camas cómodas en donde dormir. Los chicos pueden sentir que ese lugar es suyo y encima hacen lo que le gusta“.
Sobre la temporada que enfrenta, Pozzo asegura que pudo lograr la adaptación y espera poder dar lo mejor, desde el lugar en donde le toque, al equipo de Avellaneda.