Con un contundente 3 a 1 ante Fénix, el equipo femenino de Claypole logró el ascenso a la B, aunque en rigor de verdad se trató de la semifinal del campeonato de fútbol femenino de Primera C organizado por la AFA. La semana que viene, las chicas jugarán la final del torneo ante Belgrano de Córdoba.
Las jugadoras del Tambero consiguieron de este modo el segundo ascenso para el mismo año en el club. Es que al de ellas se suma el que a comienzos de año consiguió el equipo masculino de fútbol, que ascendió a la Primera C tras 23 años.
En un juego disputado en el estadio de Talleres de Remedios de Escalada, Claypole casi lo empieza perdiendo con una jugada sorprendente que Fénix apenas sacó del medio. Con el correr de los minutos, las chicas se acomodaron en la cancha. Jimena Romeo, la goleadora, tuvo su chance a los 9 minutos pero la arquera de Fénix salió rápido y le sacó el gol.
A los 16 minutos Fénix abrió el marcador, justo cuando Claypole tenía 10 jugadoras por una salida momentánea de su capitana, Sofía Auche, por un golpe. Un disparo desde atrás de la mitad de cancha, al defensa sorprendida y la entrada de Marianela Luque, que definió por arriba de la arquera Carota.
A los 20, la fe de Romeo hizo que se lleve la pelota ante la defensa de Fénix, la abrió a la derecha para Chamorro, que tiró el centró para Angi García, la China definió de modo defectuoso y la pelota entró pidiendo permiso para decretar el merecido empate.
Claypole se puso adelante de forma insólita a los 28 minutos, tras una salida horrorosa de la arquera Patricia Flores que sin oposición perdió la pelota, que le cayó como un regalo del cielo a la Pitu Cintia Vega, que definió con todo el arco para ella y puso el 2 a 1.
A los 35 minutos del segundo tiempo Jimena Romeo hizo un gol maradoniano. Arrancó por la derecha todavía en campo de Claypole, cruzó la mitad de la cancha a velocidad, guapa como ella sola, la aguantó primero, la tiró por un lado y la fue a buscar por el otro ante la última defensora que le quedaba y cuando pisó el área y le salió la arquera la tocó por arriba, con maestría, al segundo palo. Un gol para poner en un cuadro y para darle al equipo el merecido ascenso.