Con un polémico arbitraje de Ramiro Magallán, que permitió que el partido se jugase a pesar del chiquero en que se convirtió la cancha de Dock Sud, San Martín de Burzaco perdió 1 a 0 ante el Docke en un juego válido por la fecha 13 de la Primera C.
Ante un equipo local mezquino, que acertó en el gol, y salvo una ocasión, se dedicó a cuidar el resultado, para terminar ganando a un equipo de San Martín de Burzaco que hizo lo que pudo ante un árbitro que favoreció al local con foules no cobrados, con amarillas no mostradas (al arquero local, por demorar) y que permitió jugar en una cancha que durante todo el segundo tiempo se convirtió en un barrial.
Durante el primer tiempo, cuando la cancha no era aún el barrial que terminó siendo, Sanma no pudo hacer pie y aunque Nuñez tuvo su chance, el gol del local a los 25 minutos determinó que el Docke hiciera lo que se pensaba: se abroqueló, esperó para meter una contra y Sanma debió hacer el gasto.
Robles y Benavente (que volvió al equipo) sacaron todo del fondo como pudieron, porque la pelota no picaba y empujaron al equipo a pesar de la insistencia del árbitro por hacer que el partido se convierta en una discusión constante, como si fuese un partido de truco, por foules no cobrados de un lado y del otro, con una clara tendencia hacia el local.
Imposible analizar el segundo tiempo jugado en esas condiciones. Los jugadores de Sanma, vestidos de blanco, terminaron embarrados hasta la cabeza.
“Sentís que te roban”, dijo Gabriel Ostanelli, presidente de San Martín de Burzaco, en los micrófonos de Sanma una pasión, la transmisión oficialista que sigue la campaña del Azul. “Hicieron tiempo como locos. Adicionaron tiempo y no lo cumplieron. Claramente, nos perjudicaron. Es gente que no sabe nada y dirige igual”, dijo un enojado Ostanelli.