Cada establecimiento educativo particular de la provincia de Buenos Aires tendrá un referente del sistema de salud local que acompañará la implementación de los protocolos para el regreso a las clases presenciales.
“Si un estudiante o trabajador amanece con un solo síntoma, salvo que sea pérdida de olfato y gusto, no debe concurrir a la escuela aunque no se considerará caso sospechoso. Pero si aparecen dos síntomas, será caso sospechoso“, declaró la directora general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Agustina Vila.
Recalcó que “esa persona no podrá asistir ese día y se activará la política de vigilancia: se aislará al grupo completo y al docente que estuvo en contacto hasta 48 horas antes de la aparición del primer síntoma hasta que se tome la muestra y se haga el análisis de laboratorio“.
“Si queda descartado, se restablecerá la presencialidad completa. Si es positivo, se identificarán los contactos estrechos y se los aislará. Tras los 14 días, podrá regresar a la presencialidad el grupo completo“, señaló.
En la provincia, cada curso se dividirá en dos grupos de estudiantes y se alternarán una semana un grupo presencial y la próxima, el otro. El grupo que no está en el aula seguirá la clase de forma virtual. Cada grupo de alumnos y alumnas ingresarán de forma escalonada al colegio para evitar aglomeraciones.
Es responsabilidad de cada institución educativa el cumplimiento de los protocolos y no es obligatoria la presencialidad para ningún chico ni chica. Es decir, si las familias deciden que no concurran, no correrá la ausencia.