El médico que recetó el dióxido de cloro a un paciente con coronavirus, que luego murió en el Sanatorio Otamendi, quedó imputado en una causa penal que tramita en el fuero federal porteño por la denuncia del Ministerio de Salud, en tanto que este martes a la noche se encontraron pruebas durante un allanamiento a su consultorio, informaron hoy fuentes judiciales.
La causa quedó a cargo del juez federal Sebastián Casanello, que está de turno durante la primera quincena de la feria judicial de enero, quien anoche ordenó el allanamiento al consultorio de Dante Coverti, que resultó “positivo”.
Según explicaron a Télam los pesquisas, la investigación se inició por la denuncia presentada anoche ante la Policía “como un hecho de prevención”, y el objetivo del procedimiento realizado fue “preservar la prueba” que fue trasladada al juzgado con sede en Comodoro Py 2002 y ahora “será analizada”.
Esta denuncia está vinculada a la supuesta prescripción de un medicamento no autorizado al paciente Oscar García Rúa y que tendría “carácter nocivo” para la salud, un tipo de delito que se investiga en la Justicia federal.
Por ello, el médico está imputado y es investigado aunque todavía no se formuló una calificación concreta del delito que podría atribuírsele, precisaron las fuentes.
Además, durante el allanamiento que se inició poco después de las 21 y culminó a las 23, la Policía secuestró historias clínicas y recetas de dióxido de cloro, entre otras evidencias encontradas en el consultorio del neurocirujano ubicado en Ayacucho 626, de la ciudad de Buenos Aires.
Por su pare, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) reiteró su recomendación de “no consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas” ya que “no hay evidencia científica sobre su eficacia y el uso de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos”.
“En función de la reciente circulación de información respecto del producto mencionado, Anmat recuerda que la utilización de dióxido de cloro para el tratamiento de Covid-19 u otras enfermedades, no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte de este organismo para su comercialización y uso”, sostuvo el organismo en un comunicado.
“Al igual que se informó en agosto del año pasado, esta Administración Nacional recomienda a la comunidad no consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas (clorito de sodio, hipoclorito de sodio, lavandina) ya que no hay evidencia científica sobre su eficacia y el uso de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos”, reiteró.
El organismo público, que depende del Ministerio de Salud, agregó que “en consonancia, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), emitió un documento sobre la posibilidad de efectos adversos que podría causar la ingesta del producto en cuestión”.
Por su parte, desde el Hospital Gutiérrez, recalcan que además de ser una sustancia “no aprobada como medicamento” y cuya aplicación en pacientes “no tiene ningún asidero científico”, hay que tener en claro que se trata de “un oxidante y no de un oxigenante”, es decir, que en vez de favorecer la oxigenación, la dificulta.