Los fiscales que investigan las circunstancias de la muerte de Diego Armando Maradona procurarán determinar si hubo algún tipo de negligencia en los controles y la asistencia médica del astro futbolístico tras su muerte en un country de Tigre producto de una cardiopatía severa.
El médico personal de Maradona y vecino de Adrogué, Leopoldo Luque, quien el pasado 11 de noviembre firmó el alta médica para que su paciente abandone la Clínica Olivos donde había sido operado de un hematoma subdural en la cabeza, todavía no fue citado a declarar como testigo porque justamente, al ser el máximo responsable de la atención médica del ex futbolista, su actuación está bajo la lupa.
“Vamos a analizar bien todo lo que surja de la historia clínica, de la autopsia y de los testimonios del expediente para ver si hay algún tipo de responsabilidad. Si llega a haberla podría convertirse en imputado, y si no, a su momento será llamado como testigo”, dijo a Télam una fuente judicial directamente ligada al expediente.
La misma fuente aclaró que “si bien se investigará la actuación médica, lo cierto es que de todos los testimonios volcados en la causa también queda claro que Maradona era un paciente difícil, que no se dejaba tratar”.
El abogado Matías Morla, actual representante del ex capitán de la selección, afirmó en un comunicado vía Twitter que “es inexplicable que durante 12 horas” Maradona “no haya tenido atención ni control por parte del personal de la salud abocado a esos fines”, denunció que “la ambulancia tardó más de media hora en llegar” a la casa y anunció que va a pedir que “se investigue hasta el final de las consecuencias”.
Fuentes judiciales indicaron que por ahora el equipo de fiscales liderado por el fiscal general de San Isidro, John Broyad e integrado por otros tres fiscales, no tienen planeado citarlo a declarar como testigo y aclararon que por el momento “no representa a nadie en la causa judicial”.
En tanto, la orina y la sangre extraídas en la operación de autopsia de Diego Armando Maradona comenzaron hoy a ser analizadas para los exámenes toxicológicos ordenados por la Justicia.
Las muestras fueron remitidas a los laboratorios que la Policía Científica de San Martín, cuyos expertos serán los encargados de detectar si el exfutbolista tenía rastros de alcohol o algún tipo de droga, fármaco o sustancia tóxica.
La autopsia determinó que Maradona murió a las 12 del mediodía del miércoles 25 de noviembre como consecuencia de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada” y descubrió en su corazón una “miocardiopatía dilatada”.
En la habitación de Diego estaban intactos los sándwiches de miga que la noche previa le había dejado la cocinera para cenar, según confiaron las fuentes. También se hallaron en la habitación varias cajas de psicofármacos y ampollas de otro tipo de medicamentos, como Taural y Reliveran.