Leopoldo Luque tiene 39 años, nació en Lanús pero vive en Adrogué y en las últimas horas tomó trascendencia pública por ser el médico que le puso palabras a la salud de Diego Armando Maradona, a quien operó de un hematoma subdural.
“Te llamás Leopoldo Luque, pero tenés los pies redondos”, le dijo Diego la primera vez que lo vio patear una pelota. Él se define como un “volante de marca” en la liga amateur del partido de Almirante Brown donde se viste de cortos cada sábado.
Homónimo del campeón mundial de Argentina ’78, Luque fue recibido ayer por los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata en la puerta de la Clínica Olivos, donde anoche operó a Diego Maradona de un hematoma subdural, como un “nuevo ídolo tripero”, y se sacó tantas fotos con ellos como quizá lo hubiese hecho su mundialmente famoso paciente si hubiese descendido de la sala de terapia intensiva donde está internado.
Además de ser su médico, Luque admira a Maradona. “Sus analogías, las metáforas, las comparaciones; son todas futboleras. Te cuenta los goles a Inglaterra, la asistencia a Caniggia contra Brasil. Tiene mística. Diego es un símbolo, es un símbolo de que se puede siempre, cuando todo parece estar mal. Yo sigo viendo eso en él”, le contó a Infobae.
Leopoldo, marido de Romina, también médica, y padre de Luna y Tomás, fue inmediatamente fuera rodeado por los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata que le estaban “haciendo el aguante” a Diego en la puerta del lugar, y tras agradecerle a viva voz por haber “cuidado” al ídolo, se fueron sacando fotos con él sin que bajara de su transporte.
La misma amabilidad que demostró con la prensa anoche, cuando apenas 20 minutos después de haber operado nada menos que la cabeza de Maradona, bajó para tranquilizar literalmente al mundo entero, que estaba en vilo por la salud del astro futbolístico, transmitió ante esos hinchas que, en un hecho inédito, idolatraron a un médico con una elocuencia mayor que a la de un futbolista.
Luque trabaja también en la Fundación Barceló, con sede en la Ciudad Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires y que tiene varias delegaciones en el interior del país, desde hace seis años, y además tiene un centro médico propio llamado Columna Baires. En un momento ideó un procedimiento de adelgazamiento que denominó “Maradona fitness”, con el que Diego llegó a bajar hasta 11 kilogramos.
Está “a cargo” de Maradona, en lo que a su salud se refiere, desde hace cuatro años, y comparte con él sus orígenes, ya que nació en Lanús, muy cerca de Villa Fiorito, el terruño natal de Pelusa.
“Diego está cursando un posoperatorio y esto es estadístico, porque la medicina no es una ciencia exacta. Las 24 o 48 horas posteriores a una intervención quirúrgica son esas en las que surgen las complicaciones, pero eso no sucedió y por eso estamos tan contentos”, completó su descontracturado informe Luque, quien, acto seguido, siguió sacándose fotografías con los hinchas “triperos”, para los que se convirtió en un nuevo ídolo.