A 30 años del asesinato de María Soledad Morales, la estudiante secundaria que fue violada y asesinada en Catamarca y cuyo crimen motivó las “marchas del silencio” y derivó en la intervención de la provincia, inició ayer y se extenderá hasta el jueves una serie de actividades para recordarla.
El femicidio de la joven determinó el fin de los Saadi, que gobernaron Catamarca con mano feudal por décadas y desnudó la trama de “los hijos del poder”, con aprietes, complicidades y resortes activados en la justicia y la policía provincial, con personajes como Luis Tula y Guillermo Luque, condenados pero hoy en libertad ambos, caminando por las calles de Catamarca.
Ayer vía vía Zoom, Ada Rizzardo de Morales, la madre de la víctima; la hermana Martha Pelloni y la periodista Fanny Mandelbaun participaron de un panel junto con compañeras de colegio de María Soledad, en el que presentarán el cronograma de actividades para el resto de los días.
“Queremos recordar a María Soledad para que nunca más esto suceda en ningún lugar del mundo, para que el nunca más sea real”, aseguró Maldelbaum. A su turno, las compañeras de María Soledad contaron cómo dieron inicio las marchas del silencio.
“Estábamos muy tristes todos y ahí salió que saliéramos a la calle a pedir justicia por Sole. Nos pareció que el silencio era lo más justo, el silencio fue lo mejor que pudimos hacer”, recordó Patricia, una de las compañera de la víctima.
Finalmente, Pelloni se refirió a Elías Morales, el ya fallecido padre de María Soledad y quien le dio la noticia de que su hija estaba desaparecida. “Lo que vino después fue un tendal de encubrimiento. Los gobiernos de Catamarca le deben a la familia Morales desenmascarar el encubrimiento del crimen”, afirmó.
En tanto, durante la semana habrá misas por Facebook Live, actividades de los foros sobre el tema “#Femicidio” que serán presentadas de distintas formas como la colocación de un banco rojo en la Plaza de las Chacras, donde vivió María Soledad, un rezo del Rosario en el monolito de la víctima.
Crimen, encubrimiento y castigo
La adolescente de 17 años fue vista con vida por última vez el 7 de septiembre de 1990 cuando fue a bailar a la elección de la reina del estudiante del colegio del Carmen en la capital catamarqueña. Tres días después, cerca de las 9.30, María Soledad fue encontrada violada y asesinada, con el cuerpo desfigurado y semidesnudo, por trabajadores de Vialidad.
Hoy, el lugar donde fue hallado el cuerpo junto a la ruta 38, a seis kilómetros del centro de San Fernando del Valle de Catamarca, solo puede reconocerse por un monolito despintado.
El asesinato de María Soledad tuvo una amplia repercusión a nivel nacional y terminó con la renuncia del entonces gobernador de Catamarca, Ramón Saadi. También motivó las “marchas del silencio” que organizaba Pelloni, rectora del colegio al que asistía María Soledad, y terminó con la detención y posterior condena de Luis Tula y Guillermo Luque, hijo de un diputado nacional.
Luque tiene hoy 54 años, vive en pleno centro catamarqueño, tiene un hijo y se mantiene con las rentas de las propiedades que le dejó su familia. Tula tiene 59 años, también vive en la zona céntrica de Catamarca, tiene dos hijos con su ex pareja, es abogado penalista tras estudiar en la cárcel y tiene un estudio jurídico ubicado en la calle Rivadavia al 800.