La familia de Ezequiel Gauto, el joven de 22 años que el lunes último murió tras ser baleado por una policía que aseguró haber sido asaltada minutos antes por él en Burzaco negó que haya cometido un asalto ya que había ido a comprar una gaseosa y pidió que se investigue como un caso de “gatillo fácil”.
El hecho ocurrió este lunes por la tarde en las calles Diomede y Castagnino cuando la agente de la Policía Federal Argentina iba a bordo de su Fiat Mobi que usaba como remís y, según dijo, fue asaltada por delincuentes que se hicieron pasar como pasajeros.
Jeanette, hermana del joven muerto, relató a Télam que, en esas circunstancias, su hermano había ido a comprar una gaseosa a un comercio del barrio y se encontró con la mujer policía que estaba persiguiendo, junto a un vecino y a otra persona, a los asaltantes.
“La mujer iba disparando y uno de los balazos le pegó a mi hermano porque empezó a tirar al montón”, afirmó Jeanette.
Según la mujer, la familia estaba esperando que volviera hasta que comenzó a escuchar “llantos y gritos” de los vecinos que avisaron que a Ezequiel había sido baleado.
“La policía dijo que mi hermano era uno de los delincuentes que le habían robado y que había disparado en defensa propia porque los ladrones estaban armados“, dijo Jeanette, quien agregó que su hermano “recibió un disparo en la espalda que lo atravesó hasta el abdomen”.
El hecho es investigado por la fiscal Silvina Estévez, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 del Departamento Judicial Lomas de Zamora.
La funcionaria judicial dispuso una serie de peritajes tendientes a dilucidar si la versión de la policía coincide con los elementos probatorios o si en realidad se trató de un “gatillo fácil” como sostiene los allegados al joven.
Al respecto, la familia Gauto pedirá constituirse en los próximos día como particular damnificada dado que considera que desde un primer momento quedó como un “delincuente” y no como víctima.