El juez federal Daniel Rafecas identificó un inmueble que habría funcionado como centro clandestino de detención en la última dictadura militar en el barrio porteño de Floresta y dispuso la “prohibición de innovar” para que no sufra alteraciones, además de ordenar un registro fílmico y fotográfico del sótano del lugar.
“Hicimos un descubrimiento importante para avanzar en las investigaciones. Veníamos con muchos testimonios que nos indicaban que existió un centro clandestino de detención que dependía de la SIDE y que estaba muy cerca de Automotores Orletti, otro lugar de reclusión por el cual hubo un juicio que terminó con más de 12 condenados. Pero hasta el momento no podíamos descubrir dónde se encontraba”, sostuvo Rafecas en diálogo con AM 750 al confirmar esta hallazgo.
La vivienda es actualmente una casa de familia y está ubicada en la misma manzana en la que funcionó el centro clandestino de detención “Automotores Orletti”, informaron a Télam fuentes judiciales.
En el lugar hay un pequeño sótano en el cual habrían sido alojadas personas secuestradas, según testimonios que constan en la causa penal.
Según la pesquisa, en la casa ubicada en Bacacay 3570 habría funcionado un centro clandestino de detención dependiente de la exSecretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) en la dictadura, al mando del fallecido general del Ejército Otto Paladino.
La investigación es parte de la megacausa por violaciones a los derechos humanos cometidos en el ámbito del Primer Cuerpo del Ejército, vinculada a delitos de lesa humanidad en el centro de detención “Automotores Orletti” en Floresta.
El centro clandestino de la calle Bacacay habría funcionado con anterioridad o en simultáneo a “Orletti” y el dato de su existencia surgió por testimonios de sobrevivientes que hasta el momento no habían podido precisar su ubicación exacta.
Pero el juzgado recibió documentos desclasificados por el gobierno de Estados Unidos sobre la dictadura en Argentina y allí se hizo mención precisa al domicilio ahora identificado.
El inmueble habría sido alquilado por la SIDE hasta 1977, cuando se vendió.
Los testimonios en la causa indican que las víctimas “eran introducidas encapuchadas, alojadas en habitaciones precarias o en el pequeño sótano de la propiedad, y sometidas a torturas con picana en una habitación acondicionada para ello”, explicaron fuentes del caso.
Además, “no se descarta que este sitio haya servido también para las operaciones del llamado ‘Plan Cóndor’, no sólo por su vinculación con Automotores Orletti sino porque el relato de una de las víctimas da cuenta de que allí se alojaban detenidos uruguayos”, se agregó.
Orletti era un taller mecánico de Floresta, que fue alquilado entre mayo y noviembre de 1976 por agentes de inteligencia, con documentos falsos, para ser usado como lugar de detención ilegal.
El lugar fue capitaneado por la banda del agente parapolicial y orgánico de la SIDE Aníbal Gordon, quien murió en prisión en 1987 como consecuencia de un cáncer.
En la actualidad, se desarrolla un quinto juicio por los crímenes cometidos en Orletti, en el que hay cuatro imputados, con sentencias anteriores, acusados de cometer delitos de lesa humanidad en perjuicio de once víctimas.
La acusación se encuentra a cargo del fiscal Pablo Ouviña, quien aguarda información para determinar si corresponde hacer una instrucción complementaria que le aporte información al proceso oral que se encuentra suspendido como consecuencia de la pandemia de coronavirus.