Por María Cecilia Dabbadie (*)
En este contexto de pandemia, sobre todo en estos momentos de mayor cantidad de casos, es lógico que busquemos resguardarnos y pospongamos las consultas y chequeos médicos de rutina. Es muy apropiado evitar concurrir a centros de salud si no es absolutamente necesario, para evitar exponernos al contagio. Pero hay patologías o situaciones que requieren monitoreo periódico y no deben descuidarse ni siquiera en estos momentos.
Tal es el caso del embarazo, que exige un chequeo médico y los correspondientes análisis clínicos, al menos una vez en cada uno de los tres trimestres.
En aquellas personas que padezcan enfermedad cardiovascular, con o sin hipertensión, es conveniente controlar periódicamente la presión arterial, así como también el chequeo sanguíneo de los niveles de Colesterol total, HDL colesterol, LDL colesterol y Triglicéridos.
Aunque cueste por la situación que estamos viviendo, es clave evitar el sedentarismo, incorporando, aunque sea, pequeñas rutinas de movimiento.
Los pacientes que sufren anemias crónicas, además de poner especial atención a una alimentación saludable en términos generales, deben buscar alimentos ricos en hierro y vitaminas, tales como carnes rojas magras, hígado, legumbres, verduras de hojas verdes (acelga, espinaca), frutos secos y harinas integrales.
Nunca pueden descuidar el control regular del hemograma y los niveles de hierro para chequear si los valores están bien.En el caso de los diabéticos, los controles requieren concientización, ya que el estilo de vida y la rutina diaria afectan el nivel de azúcar en sangre. Por eso es esencial continuar tomando todos los medicamentos, seguir el plan de alimentación equilibrada y saludable, convertir la actividad física en un hábito (aunque estemos en confinamiento, buscar la manera) y medir diariamente el nivel de glucosa en sangre.
En relación a esto último, es aconsejable, al menos cada tres meses, acudir al laboratorio para dosar la glucemia, la hemoglobina glicosilada y hacer un examen de orina para, así, verificar si la glucosa se ha mantenido estable todo ese tiempo.
Por último, es importante señalar que este confinamiento tan prolongado puede alterar nuestra psiquis, provocándonos estrés, ansiedad, insomnio, inapetencia o, por el contrario, sensación de hambre continua. Son todos trastornos que pueden afectar la enfermedad de base que tengamos.
Por ello es absolutamente necesario no suspender abruptamente ninguna medicación que estemos tomando, tampoco automedicarse. En todo caso, se debe recurrir a la consulta digital o teleconsulta con su médico para ver de qué manera es viable contrarrestar estas sensaciones y, de no ser posible, realizar un chequeo completo.
(*) Bioquímica (M.P. 5011). Directora Técnica de Laboratorios BIOROSSI. Más información en biorossi.com.ar o contacto en Av. Espora 568, Adrogué.
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