Por Dr. Guillermo Rossi (*)
Con los recaudos de bioseguridad correspondientes, en los laboratorios se realizan pruebas de sangre para la detección de anticuerpos que permiten demostrar si se ha tenido una infección por el virus Covid-19. Es el propio organismo quien fabrica esos anticuerpos, o inmunoglobulinas, para luchar contra diferentes afecciones.
¿Cuáles son los anticuerpos más involucrados con el COVID-19?
Inmunoglobulina M (IgM): se encuentra principalmente en la sangre y en el líquido linfático; este es el primer anticuerpo que fabrica el cuerpo para combatir una nueva infección.
Inmunoglobulina G (IgG): es el tipo de anticuerpo que más abunda en el cuerpo. Se encuentra en la sangre y en otros fluidos. La IgG puede tardar un tiempo en formarse después de una infección o vacunación.
Ambas inmunoglobulinas promueven la eliminación de virus, bacterias, hongos y parásitos del organismo.
¿Para qué sirven las pruebas de anticuerpos?
Son fundamentales para ayudar a identificar a las personas infectadas por el virus, especialmente a aquellas que pueden haber estado infectadas, pero no han mostrado síntomas. Además, la prueba puede ayudar a la detección prioritaria de los grupos de alto riesgo, como profesionales sanitarios y personas que trabajan en el suministro de alimentos, que podrían ya haber desarrollado un cierto nivel de inmunidad.
Las pruebas de anticuerpos son de utilidad para:
• La identificación de personas que pueden haber estado expuestas al virus o que se han recuperado de la infección por COVID-19.
• Seguimiento y control de pacientes en tratamiento.
• Estudios epidemiológicos.
Recién entre los 7 y los 10 días posteriores a la infección por COVID-19, comienzan a elevarse los niveles de anticuerpos que evidencian su presencia (inicialmente los de tipo IgM y posteriormente los de tipo IgG). Es fundamental determinar el momento oportuno de la infección para indicar la realización de la prueba de anticuerpos.
Luego de la evaluación de anticuerpos, el diagnóstico se continúa a través de la prueba de PCR (detección de ADN viral) en muestras respiratorias. De esta forma, utilizando las pruebas disponibles, propongo el siguiente cuadro para entender los resultados arrojados:
• Si el resultado de la prueba de anticuerpos (IgM e IgG) es positivo: demuestra que el paciente tiene anticuerpos que probablemente surgieron de una infección por un coronavirus. No se sabe con certeza si esos anticuerpos brindan protección (inmunidad), evitando así que el paciente vuelva a reinfectarse.
• Si además no presenta síntomas, probablemente no tenga una infección activa y no sea necesario hacer un seguimiento adicional. Esto es conocido como infección asintomática.
• Y si presenta síntomas que cumplen con los criterios para realizar la prueba de PCR indicada por orden médica (fiebre / tos seca / dolor de garganta / pérdida del olfato o del gusto / dolor corporal), ésta es la indicada para el diagnóstico certero.
• Si el resultado de la prueba de anticuerpos es negativo: demuestra que el paciente probablemente no haya estado infectado anteriormente. No obstante, podría tener una infección actualmente ya que, como mencioné antes, los anticuerpos recién aparecen de 1 a 3 semanas posteriores a la infección. Esto significa que igual podría propagar el virus. Por lo tanto, si el paciente se encuentra con síntomas debe realizar la prueba de PCR antes mencionada.
(*) Guillermo Rossi (padre), bioquímico (M.P. 717). Director General de Laboratorios BIOROSSI. Más información en biorossi.com.ar o contacto en Av. Espora 568, Adrogué.
Foto: Télam
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