Un adolescente de 16 años que fue a cazar liebres para comer junto a sus dos hermanos en un campo de la localidad de Cañuelas fue asesinado por el dueño del predio, que lo atropello con su camioneta. El agresor
Rodolfo Sánchez quedó detenido por “homicidio calificado por alevosía”, ya que la justicia consideró que se aprovechó del estado de indefensión de la víctima.
De acuerdo a testigos, los tres jóvenes habían entrado a una propiedad en el kilómetro 72,5 de la ruta 205, cerca del paraje El Taladro, cuando de lejos vieron acercarse una camioneta 4×4 negra. Creyeron que el estanciero se iba a detener para advertirles que se fueran, pero nunca frenó su marcha y, según la acusación, el hombre aceleró y fue directo contra ellos. Los dos hermanos de la víctima, identificada como Alex Campo, se corrieron del camino, pero la victima tropezó, cayo la piso y la camioneta lo paso por encima.
De acuerdo con los primeros peritajes, el adolescente murió en el lugar a raíz de los politraumatismos sufridos, principalmente en el cráneo, tras ser embestido por la camioneta del acusado.
Según constataron los investigadores del crimen, los tres hermanos estaban desarmados y sólo tenían perros galgos, que permanecieron junto al cuerpo de la víctima hasta que se lo llevaron. Según los familiares el acusado manifestó antes de ser retirado por la Policía que el chico “bien muerto está, porque estaba robando”.
El propietario del campo de 67 años quedó detenido por “homicidio calificado por alevosía”, ya que la justicia consideró que se aprovechó del estado de indefensión de la víctima. Es que para la fiscal, el imputado se aprovechó del estado de indefensión en el que se encontraba la víctima al momento del hecho.
“Por las características del lugar, podría haberlo evadido tranquilamente“, explicó a Télam una fuente judicial en referencia a las dimensiones del predio en el que Sánchez embistió con su Dodge Ram 4×4 a Campo.
A su vez, en la causa ya fueron incorporados distintos testimonios, entre ellos, el de los dos chicos que acompañaban a la víctima cuando la atropellaron y el de los familiares del adolescente fallecido, que arribaron a la escena del crimen cuando el imputado aún se encontraba allí.