En el aniversario 50° del Día de la Tierra, la lucha está dirigida en contra el cambio climático, y concluye que en muchas ciudades la paralización de la actividad industrial, la reducción del uso de transporte debido a la pandemia de COVID-19 ha permitido echar un vistazo a un mundo más limpio.
La contaminación ha disminuido en buena parte del mundo a causa de la cuarentena por ello varios científicos evalúan las consecuencias de la pandemia y la oportunidad que le da a la humanidad para frenar las emisiones de efecto invernadero.
A una semana de decretarse el aislamiento social, se redujo en la Ciudad de Buenos Aires hasta un 50% los gases contaminantes con respecto a igual período del año pasado, según datos oficiales, esto se debe a la reducción de la circulación vehicular, que no solo ayuda a combatir el avance el COVID-19, sino que también hizo que disminuyan las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) en el mundo y mayoritariamente en aquellos sitios donde se suelen ver grandes concentraciones de transito.
Según la CONAE, la cuarentena dispuesta para evitar la propagación del coronavirus generó un efecto inesperado: la disminución de los niveles de contaminación atmosférica en grandes centros urbanos de la Argentina, debido a la menor circulación de tránsito y de emisiones de la industria.
“Los promedios de las tres semanas previas y posteriores obtenidos de las observaciones diarias hechas por el satélite Sentinel-5p muestran que el dióxido de nitrógeno (NO₂) presente en la atmósfera de los centros urbanos más importantes del país se ha reducido significativamente tras la definición del Aislamiento Obligatorio”, afirmó María Fernanda García Ferreyra, experta en temas de calidad de aire de la Unidad de Emergencias y Alertas Tempranas de la gerencia de Vinculación Tecnológica de la CONAE, quien realizó los mapas.