“Esta cuarentena, situación sin antecedentes que nos toca vivir, nos agarra a todos teniendo que organizar a las actividades para realizar dentro de una nueva cotidianeidad. No estábamos preparados para esto y los chicos tampoco. Sabemos que la necesidad de movimiento es fisiológica y que es una de las características principales de la infancia. Por mal que nos pese, esta cuarentena pone en stand by a la niñez. La mayoría pasa más tiempo con las pantallas que lo habitual sin tener la posibilidad de descargar el exceso de estímulos que están recibiendo, lo que puede , además, tener efectos en sus estados de ánimo y volverlos más ansiosos e irascibles”, explica la licenciada en Psicología Lorena Ruda (MN 44247) en conversación con Infobae.
Muchas fueron las quejas en torno a la cantidad de trabajos prácticos y estudios que enviaron los y las docentes estos días sin clases presenciales a través de mails o grupos de whatsapp. La cotidianeidad de nuestro más chicos y chicas se transladó a internet: la plataforma educativa online www.seguimoseducando.gob.ar invitó a seguir con las clases escolares en el marco de la cuarentena obligatoria. Se sumaron las emisiones por Televisión Pública, Paka Paka y Canal Encuentro y otras plataformas como Zoom y Classroom, que adoptador algunos colegios en particular.
Los nativos digitales, rodeados desde temprana edad por las nuevas tecnologías y los nuevos medios de comunicación que consumen masivamente, desarrollan otra manera de pensar y de entender el mundo. Esto anticipa que existirá en el corto plazo una nueva brecha cognitiva entra las personas: aquellas que hayan podido acceder a internet desde temprana edad y aquellas que no. “Es importante para los niños que sus padres compartan con ellos o se introduzcan en sus actividades virtuales, charlen acerca de ellas y estén cerca, sin invadir su privacidad”, asegura Sonia Almada, psicoanalista directora de Aralma, especialista en infancia y adolescencia.
A nivel regional, 156 millones de chicos y chicas se quedaron sin acudir a clases, incluyendo universitarios, según la Oficina Regional de la UNESCO.