Vagones colmados, usuarios justamente enojados y una empresa que no informa las demoras marcaron el lunes 3 de febrero en que un perro que se metió en las vías de la Línea B determinó un freno de media hora en los trenes que unen Juan Manuel de Rosas con Alem.
“Desde Tronador a Lacroze fuimos detrás del perrito y a su ritmo”, contó un usuario que estaba arriba del tren en momentos en que el animal caminaba por las vías.
En mayo de 2018 ocurrió lo mismo en la misma línea, a la altura de la estación Malabia. Entonces, los trenes estuvieron frenados durante una hora.