Luego de 67 años y por la falta de ventas, cerró el histórico local de la calle Lavalle de “El Palacio de la Papa Frita”, un símbolo de la gastronomía porteña.
El local abrió sus puertas en 1952 y se convirtió un clásico tanto hasta a nivel turístico de la calle Lavalle, con visitantes como Jorge Luis Borges, Ricardo Güiraldes, Conrado Nalé Roxlo y Leopoldo Marechal.
Los dueños dijeron que les fue imposible afrontar el pago del alquiler (250 mil pesos por mes) debido a la falta de ventas, producto de la crisis económica.
Con el slogan “Donde siempre son las 12 para comer”, el local había sido declarado bar notable por la Legislatura porteña y desde hace unos días es otra víctima de la falta de ventas.