Un niño de 11 años de Glew fue víctima el lunes pasado de una brutal golpiza por parte de un compañero de la escuela N°43 de Glew. Santiago terminó con “traumatismo de cráneo”.
“El lunes lo interceptó un compañero en el comedor del colegio, lo ahorcó y le pegó piñas en la cabeza. La celadora llegó al rato y lo trató de agarrar, pero se le escapó e intentó volver a agredir a mi nene”, contó Débora, mamá de la víctima.
Según informa Eldiariosur.com, Santiago no habría recibido atención médica en el establecimiento y volvió a su casa normalmente. Sin embargo, en horas de la madrugada comenzó a sentir dolores y comenzó a tener vómitos.
Débora llevó a su hijo al Hospital General de Niños Pedro de Elizalde, en Capital Federal, y allí le descubrieron un coágulo de sangre producto de los golpes recibidos.
De acuerdo a lo que contó su mamá, Santiago sufre bullying desde hace tiempo y lo llaman “cara cortada” por una cicatriz que su hijo tiene en el rostro. Además realizó varias actas, pero contó que “en el colegio no hicieron nada”.
La situación en el colegio aún no mejoró, y desde ese día no pudo volver a cursar con normalidad: “Mi hijo no puede regresar hasta que ese chico esté controlado. Santi tuvo un retroceso. Sufrió mucho bullying, hay muchas actas, pero nunca alcanzó y mi hijo terminó con una fractura de cráneo en el hospital”.
Luego de darse a conocer el ataque, el papá del nene acusado de la agresión amenazó a la familia con un arma. El hombre se acercó a la vivienda y amenazó con quemarle la casa y luego volvió a aparecer con una escopeta y quiso disparar.