“Te peleo, te celo, te hago enojar, pero cada día te quiero más”, escribió Sebastián Vedoya en su perfil de Facebook, para referirse a su novia, Daiana Elizabeth Devuono (27 años), a quien mató el domingo por la noche en su casa de Villa París, en Glew, para luego suicidarse de un tiro en la boca ante la vista de los vecinos.
Según las pericias, a ella la mató de un tiro en la cara, cumpliendo una vieja promesa que le había lanzado. “Si me dejás, te mato y me mato yo”, le dijo a la joven, que desde hacía un tiempo intentaba ponerle fin a una relación de pareja que habían iniciado como amigos.
De acuerdo a lo reconstruido por los policías que concurrieron a la escena del crimen, Devuono y Vedoya atravesaban desde hace un tiempo problemas de pareja y en la actualidad el hombre no vivía con ella en el domicilio.
Fanático de Boca, Vedoya era un asiduo concurrente a la cancha, donde se ubicada con la barra brava del Xeneixe. Apodado Tachu, era padre de dos niños -una pequeña de unos 8 años llamada Maite y un niño de unos 10 de nombre Lautaro.
Tanto el padre de Vedoya como él tienen vínculos cercanos con la barra brava perteneciente a la facción de los hermanos Di Zeo. Tanto él como su padre aparecen en varias imágenes abrazando a Di Zeo o acompañando a Marcelo Aravena, conocido como “Marcelo de Lomas”, otro barra de Boca que se pasó 12 años en la cárcel por matar a Angel Delgado y Walter Vallejos, dos hinchas de River en una emboscada, en 1994.
Esa vinculación con la barra boquense es la que están estudiando por estas horas para determinar de dónde provino el arma homicida, una pistola marca Bersa Thunder de 9 milímetros, la cual fue hallada en el lugar, junto a un árbol.
El tío de Vedoya, quien es vecino del lugar, explicó a los investigadores que cerca de las 22 del domingo se oyeron gritos, una fuerte discusión entre la pareja y un disparo. Cuando el hombre salió a la calle a ver lo que sucedía, vio que su sobrino abandonaba la casa con un arma de fuego en la mano y gritando que se iba a pegar un tiro, tras lo cual se puso el caño de la pistola en la boca y se disparó.
En la comisaría de la Familia y la Mujer de Almirante Brown no hay denuncias previas de violencia de género de parte de Devuono a Vedoya, pero los familiares declararon que la relación era conflictiva y tenían idas y vueltas. “La mujer había anunciado su decisión de terminar la relación en forma definitiva y el hombre decía que si ella lo dejaba él la mataba y se mataba”, dijo a Télam un jefe policial que trabaja en la pesquisa.
Por su parte, una tía de la mujer asesinada contó a la prensa que su sobrina tenía una hija menor de edad producto de otra relación anterior y que la niña quedó ahora al cuidado de unos familiares. La testigo también confirmó que Devuono quería dejarlo a Vedoya pero éste amenazaba con quitarse la vida si ella lo hacía.