Mientras el Gobierno Nacional anunciaba nuevos tarifazos, un grupo de ocho vecinos de Moreno se acercó a la sede de Edenor a para dejarles una carta donde planteaban la situación crítica por los aumentos. No los atendieron, pero leyeron la carta en la oficina donde cientos de personas tenían los mismos problemas: había nacido la Red de Desobediencia Civil para defender la Democracia, una asociación para frenar los cortes de luz por falta de pago.
El movimiento de vecinos que instalan fajas en los medidores, se avisan cuando aparece una cuadrilla de Edenor y llegan al lugar para evitar que los retiren por falta de pago. Aspiran a ser la cantidad suficiente como para encarar un plan de acción “no violento” que se centre en dejar de abonar el servicio. Sólo en Moreno ya juntaron más de 5000 adhesiones. Cuando dupliquen esa cifra arrancarán con el “no pago”, mientras se asesoran legalmente.
“Medidor protegido por los vecinos”, dicen los calcos que pegan los vecinos asociados y crearon un grupo de WhatsApp para avisarle cuando la llegada de la cuadrilla de Edenor. Le sucedió a María, jubilada de casi 90 años del barrio Los Limones, de Moreno. Cuando los empleados vieron el calco y hablaron con un par de vecinos de la Red, propusieron una solución intermedia: darles de baja el servicio, pero dejarlos enganchados.
“Los casos así se multiplican. Fuimos hasta donde salen las camionetas a explicarles que ellos son trabajadores igual que nosotros. Nuestra lucha es pacífica. Algunos nos dicen que les van a poner medidores con tarjeta, como los celulares, pero es una trampa. Se te termina la plata para recargar la tarjeta y no tenés más luz. La energía no es un bien transable, es un derecho humano”, enfatiza Ricardo Gómez, miembro de la Red.
Ayudada por las redes sociales, la experiencia de Moreno se multiplicó en una decena de ciudades, desde Laferrere hasta Mar del Plata. Y lucharán por “provincializar la desobediencia civil”, y sumarse a la Red Nacional de Multisectoriales.