Marcela Coronel, la enfermera asesinada en su domicilio de Longchamps, murió por asfixia según lo determinó la autopsia al cuerpo de la mujer de 33 años.
Si bien presentaba un hachazo en la cabeza, el informe de los forenses reveló que los golpes que sufrió en la cabeza los recibió cuando todavía estaba con vida y que su asesino la ahorcó. Aún no se sabe si fue manualmente o con un lazo.
En las próximas horas se conocerá la hora del deceso de Coronel. Este dato podría terminar de complicar o beneficiar a Gabriel Guevara, marido de la víctima que en sus declaraciones dijo que tiene testigos que comprueban que a la hora del crimen estaba trabajando pero aún sigue siendo una de los sospechosos ya que quien ingresó a la vivienda era conocido por Marcela porque las cerraduras no fueron forzadas y, además, encontraron un short de su marido bañado con sangre.
Por otra parte, en las últimas horas la policía encontró cerca de la casa donde vivía la pareja un pantalón de jean, un buzo, una campera de hombre y un guante de látex adentro de una bolsa de supermercado. Las prendas estaban ensangrentadas y son del mismo talle que usa Guevara, informa TN.
Además, otra línea de investigación que tienen los fiscales del caso es un posible versión del robo ya que, según trascendió, Coronel estaba por cobrar una indemnización de 15 mil dólares. Se cree que el crimen podría estar vinculado a que tenían ese dato y creían que Marcela ya tenía ese dinero escondido en su casa.