Con el equipo al borde de la desafiliación -hoy a las 15.30 juega en el Capocasa el partido postergado por la lluvia ante Lamadrid- Claypole no tiene paz tampoco puertas adentro de un club que sufre una crisis institucional de larga data que lo mantiene intervenido por la AFA. Ahora, un dirigente -virtual presidente del club- recibió amenazas de muerte. “Te vamos a matar. Chorro. Cagón. Traidor”, escribieron.
El viernes aparecieron pintadas contra David Lazarte, uno de los autorizados por el interventor, Mauricio Tomas, para actuar en nombre del Tambero. Las amenazas fueron escritas con aerosol en la pared de entrada a la sede social del club. Según se supo, no hay hasta ahora testigos acreditados del hecho.
El club lanzó un comunicado de prensa en el cual califica el hecho como un acto de cobardía. “Queremos solidarizarnos con nuestro compañero David Lazarte y repudiar fuertemente el acto de total cobardía con el que busca dañar la integridad institucional, afectando no sólo a nuestros niños sino también a las familias que hacen posible que el club siga creciendo.”
“Con este acto se busca atropellar el trabajo realizado por esta conducción que ha concretado obras en el edificio sede y el polideportivo, que se recupera poco a poco después de años de abandono y olvido, y hoy recibe a más de 800 niños jóvenes y padres”, dice el texto que distribuyeron a la prensa.
El Tambero, intervenido
Claypole quedó intervenido por decisión de AFA luego de la salida de la comisión normalizadora hace más de un año. Mauricio Tomas quedó a cargo del club y designó cuatro personas con responsabilidad institucional, una de ellas es Lazarte, quien representa al club ante la AFA y dirige una agrupación partidaria.
La agrupación de Lazarte tenía cuatro referentes, dos de ellos se alejaron a comienzo de año. El tercero es una persona mayor que continúa, “pero Lazarte es para todos el único responsable del club porque es la persona más visible”, reveló una fuente cercana a la institución.
Fuentes cercanas al club dijeron que las vertientes de las amenazas pueden ser varias: dirigentes de una agrupación contraria a Lazarte -que formó la suya propia estando al frente del club- y que buscan volver a formar parte del club o alguien que intenta culpar a Lazarte del desastrozo presente futbolístico del club, que pende de un hilo.