Cuando a los 8 minutos del partido ante Liniers, disputado ayer, el ex Tambero Santiago Szerdi le metió la cabeza a un centro con pelota parada y le dobló las manos al Pitu Romero, todos imaginaron con razón que otra vez Claypole iba a traerse una derrota. Y así fue. Para colmo, con un condimento especial: cayó 3-0 con tres goles de ex jugadores de la institución.
El Tambero arrancó probando al arquero local con un disparo desde afuera del área, pero las fallas en su defensa hacían prever la llegada del segundo gol, sobre todo por la derecha. A los 25 mimutos, otra vez con pelota parada, con un tiro es esquina que cayó en el área chica, el arquero se quedó y un frentazo del colombiano Jorge Rosas Quintero, otro ex Claypole, puso el 2-0. Un rato más tarde, Romero salvó el tercero atorando al delantero local en el mano a mano.
Con este resultado, Claypole quedó a un punto del último, Múñiz.
El segundo tiempo fue casi igual, con Liniers controlando la pelota y jugando entre los claros de una defensa endeble. Lo tuvo con un cabezazo en el travesaño y con una salvaba del uno del Tambero. Claypole perdía los rebotes, las pelotas divididas y casi no se arrimó al arco de enfrente.
Con una obra maestra de Hugo Pérez, Liniers cerró el marcador a cinco minutos del final. El número 15 se sacó tres hombres de encima arrancando casi de la mitad de cancha y cuando le salía el último hombre de Claypole la puso en el ángulo derecho de un arquero atónito. La Topadora fue tal y Claypole fue este Claypole que no puede parar de perder.