El equipo de Burzaco volvió a tropezar y cayó contra Talleres de Remedios de Escalada, uno de los animadores del torneo, con un contundente 3 a 0. El Azul no logra encontrar la regularidad para subirse al tren de los punteros.
Lunes con aire a otro día fue el que se vivió en Remedios de Escalada, donde la gente estaba ansiosa e ilusionada con la posibilidad de que Talleres gane y sea el nuevo puntero del torneo de la Primera C. Del otro lado había un viejo conocido, de un barrio cercano, que iba a buscar convertirse en su verdugo: San Martín de Burzaco.
Ante un gran marco, al Rojo le bastaron un par de minutos para demostrar que iba a ser el gran dominador de la pelota. El partido se desarrolló mayormente en el área de la visita, que buscó contragolpear con las subidas de Sosa y Ricci. Sin embargo, el primer lamento de la tarde llegó a los 19, cuando Berón estrelló un disparo en el travesaño.
Se salvaba la Tribu Azul. Otro remate pero de Borda fue el último aviso del equipo de Cristian Aldiríco, que merecía el primer grito de la tarde. Que llegó faltando segundos para la culminación del primer acto, en los pies de Berón, el volante fue el más desequilibrante de la primera mitad y ratificaba su gran actuación con el gol, que llevaba gran tranquilidad a las tribunas.
Talleres salió a jugar el complemento haciendo de cuenta que el marcador iba igualado y de esa forma no meterse muy atrás. En busca de agrandar la diferencia, Berón otra vez contagió al equipo y remató al arco, pero la pelota salió rozando el ángulo. Luego fue Corado, que siempre tiene el arco entre ceja y ceja, quien se perdió el segundo, tras un disparo que sacó muy bien Scurnik.
Faltando 15 para el final, en un momento clave para cerrar la cortina, como se dice en la tribuna, volvió a aparecer Berón y no perdonó. “Eduardo, Eduardo” se animaron a corear desde la tribuna. Tarde soñada para el volante, que se fue muy aplaudido en el final cuando fue reemplazado por Joel Arce. Merecido reconocimiento. Pero la fiesta no era completa. Si no la mete Corado no vale, bromeó alguno en la platea y así sucedió. Sobre el final del partido, el máximo artillero de la Primera C marcó de penal el 3 gol del Tallarín. Gran demostración de fútbol en el segundo tiempo, ganando, gustando y goleando.
Poco y nada por el lado de San Martin, que no le puede escapar a la irregularidad y se hunde en la mitad de la tabla. Nada mal igual teniendo en cuenta la condición de recién ascendido, aunque de haber sumado algunos puntos más, estaría metido en la discusión por el ascenso a la Primera B Metropolitana.
Informe: Andres Rébora (El Argentino )
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