Ayer se lanzó la segunda edición del plan Aprender en forma simultánea en todo el país con oposición de los gremios de la educación y estudiantes por considerar que utilizan pruebas estandarizadas importadas de otros países sin tener en cuenta las realidades y necesidades de cada contexto y que sirve para estigmatizar la educación pública.
Como ocurrió en la edición anterior, se difundieron preguntas polémicas que incluyeron los cuadernillos que deben responder los alumnos de sexto grado y quinto año.
Una de ellas, la pregunta número 28 del examen, consultó a los estudiantes “cuántas veces” sus compañeros “roban”. Las respuestas válidas eran: “Siempre, muchas veces, pocas veces o nunca”.
El resto de las preguntas del punto buscaba identificar la frecuencia en que los alumnos “molestan a los que sacan buenas notas”, “molestan a los que les va mal o repitieron”, “discriminan por alguna característica personal o familiar”, “insultan, amenazan o agreden a otros compañeros”, o a docentes y “dañan las cosas de la escuela”.
Otro de los puntos polémicos tenía que ver con la autopercepción de género, ya que sólo se contemplaban las opciones de “hombre” o “mujer”, así como también se cuestionó por el país de origen de los padres de los alumnos al preguntar si la madre o el padre nacieron en el país o en algún país limítrofe
Además, según se había informado desde el Ministerio de Educación, las pruebas serían anónimas, sin embargo cada cuadernillo incluía la identificación de la escuela, el turno, grado y número de lista del estudiante, por lo que se podrá identificar al alumno de manera individual.