El juicio por el asesinato Melisa Tuffner, la joven de Glew, comienza hoy en los Tribunales de Lomas de Zamora. El único imputado es Ariel Sosa y se espera que la fiscalía pida una ampliación en la carátula, a fin de aumentar la pena del acusado.
El imputado está acusado de “homicidio simple”, delito que prevé una condena de entre 8 y 25 años pero desde el entorno familiar consideran que “no sería una condena justa” y exigen que el imputado sea condenado a cadena perpetua.
La familia no contara con abogado defensor, pero si con la representación del fiscal de la causa, Pablo Pando.
Desde el grupo de Facebook “Justicia Por Melisa Tuffner”, el entorno de la vecina de Glew convocó a los amigos, compañeros, vecinos y organizaciones para acompañar a la familia hoy a los tribunales de Lomas en el arranque del juicio que se espera sea a las 10 de la mañana. También invitan a que se sumen a la campaña por fotos en las redes con el hastag #JusticiaPorMelisaTuffner.
“Nada va a sanar el dolor ni nos va a devolver a Melisa pero exigimos que su crimen no quede impune”, afirman los familiares.
El caso
El domingo 19 de julio de 2015 Melisa fue encontrada golpeada e inconsciente. Había salido de su casa alrededor de las 18.40 y tenía previsto asistir al partido que Temperley disputó con Independiente en el estadio Alfredo Beranger. Alrededor de las 20.30, autoridades policiales le avisaron a la familia de la joven que había sido hallada “a dos cuadras” del centro cultural al que solía concurrir “tirada, golpeada e inconsciente”, y estaba internada en la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Longchamps.
Fue trasladada al día siguiente al Hospital Sirio Libanés, de Villa Devoto, donde falleció el 22 de julio por una hemorragia interna, después de haber estado internada con muerte cerebral.
Aunque al principio de la investigación no había pista firme sobre quién podía ser el atacante que acabó con la vida de Melisa, luego la policía encontró una filmación de una cámara privada ubicada a poco más de una cuadra donde mataron a la adolescente. En ella se observaba a un hombre persiguiendo de cerca a la joven.
El 17 de agosto, Sosa, un vecino del barrio que además participó en una marcha donde la familia pedía justicia, se entregó a la policía un día después de darle el pésame a su padre, Marcelo Tuffner, quien ya sabía que el hombre era buscando por las autoridades.