El titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, repudió “la actitud inhumana de los empresarios dueños de la Línea 41 de colectivos”, que despidieron a un trabajador porque pidió cambiar sus vacaciones para atender necesidades de su hijo de 22 años, que sufre una parálisis cerebral severa.
Fernández informó a Télam que “lo que hizo la empresa es un disparate por desafectar a un trabajador que tiene a su hijo discapacitado”, a la vez que aseguró que “UTA le mantendrá la obra social al joven para continuar su tratamiento, ya que su estado de salud se agravó”.
Según explicó el gremialista, que además es uno de los principales referentes de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que preside el triunviro de la CGT Juan Carlos Schmid, el despido del chofer Roberto Páez, se produjo cuando éste pidió a la empresa que lo autorizasen a tomar las vacaciones en diciembre en lugar de octubre, fecha fijada por empresa.
En diciembre Páez debía renovar el certificado de discapacidad del hijo, para que la obra social continúe haciéndose cargo de la cobertura médico-asistencial que necesita permanentemente el joven, que permanece internado en terapia intensiva en una clínica de la zona oeste bonaerense por haberse agravado su estado de salud.
Consultado por esta agencia, Fernández señaló que “haremos las denuncias correspondientes ante el Ministerio de Trabajo para que “intime a la empresa a reincorporar en forma inmediata al trabajador, que no cometió ninguna falta salvo la de querer atender sus problemas de salud”.